jueves, 30 de agosto de 2012
Hace un año
Estas palabras forman parte de la “Autobiografía” que figura en la introducción que hizo Luis Franco en 1931 a su libro América inicial. Fue un extraordinario pensador que por sus ideales no dudó en enfrentarse a las autoridades civiles, religiosas y académicas. Tuvo una gran amplitud de conocimientos sobre muy variados temas. Toda esa información, analizada, interpretada y recreada fue volcada en un centenar de obras que lo hicieron uno de los escritores más prolíferos y representativos de la provincia.
Murió el 1 de junio de 1988, en soledad y pobreza, próximo a cumplir sus 90 años, en un asilo de ancianos de Ciudadela, Buenos Aires.
Hace un año exactamente, sus restos fueron trasladados desde Buenos Aires a su Belén natal, como un reconocimiento de su pueblo a su más grande escritor. Celebramos este primer aniversario revalorizando su legado, que debemos transmitir a las nuevas generaciones.
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