Trabajo articulado entre el INTA Belén, Minera Alumbrera, el Consorcio de Regantes y la comunidad
El INTA de Belén –provincia de Catamarca–, la comunidad rural de esa zona, el Consorcio de Regantes y Minera Alumbrera se unieron para impulsar un proyecto vinculado con los cultivos de comino y anís.
Este proyecto beneficia a 213 productores y sus familias.
Los objetivos
El proyecto abarca las localidades de Belén, Londres y Norte Chico, todas ellas del Departamento de Belén, y sus objetivos son asistir a los agricultores locales para lograr productos que cumplan con las exigencias del mercado; diversificar y fortificar las producciones tradicionales, incrementar el conocimiento de los cultivos de plantas aromáticas, para mejorar la sustentabilidad de los sistemas productivos y la calidad de vida del productor y su familia; optimizar los cultivos aromáticos mediante el manejo integrado del suelo, del agua, de los agroquímicos y de los fertilizantes, y contribuir al acceso de los productores a estos insumos críticos y mejorar los ingresos de los productores y generar nuevas fuentes de trabajo.
El proyecto abarca las localidades de Belén, Londres y Norte Chico, todas ellas del Departamento de Belén, y sus objetivos son asistir a los agricultores locales para lograr productos que cumplan con las exigencias del mercado; diversificar y fortificar las producciones tradicionales, incrementar el conocimiento de los cultivos de plantas aromáticas, para mejorar la sustentabilidad de los sistemas productivos y la calidad de vida del productor y su familia; optimizar los cultivos aromáticos mediante el manejo integrado del suelo, del agua, de los agroquímicos y de los fertilizantes, y contribuir al acceso de los productores a estos insumos críticos y mejorar los ingresos de los productores y generar nuevas fuentes de trabajo.
Mayor demanda de los consumidores
La superficie promedio sembrada con comino y anís en la zona de Belén había llegado a las 180 hectáreas.
Como consecuencia de una demanda creciente por parte de los consumidores, se busca cubrir con este proyecto unas 500 hectáreas.
El rendimiento de las últimas cosechas puso en evidencia el potencial de los productores agrícolas que suman a toda la familia rural al trabajo.
Esta nueva modalidad se desarrolla de manera integral: se mejoran las condiciones de riego, se capacita a los productores y se proveen insumos para combatir las plagas.
La labor incluye la capacitación en tecnologías productivas como la siembra por surcos, el control fitosanitario y la fertilización, entre otras. De este modo, se las puede incorporar progresivamente a las explotaciones para potenciar los rendimientos.
También se destaca la conformación de grupos que, en algunos casos, han comenzado a comercializar sus productos en conjunto, obteniendo $ 3,00 por cada kilogramo de anís y $ 5,00 por cada kilogramo de comino.
Hoy por hoy, se destacan nuevas posibilidades surgidas de estas producciones. Por ejemplo, el retorno del capital invertido es de 5 a 1 en el caso del comino, y de 4 a 1 en el del anís.
La superficie promedio sembrada con comino y anís en la zona de Belén había llegado a las 180 hectáreas.
Como consecuencia de una demanda creciente por parte de los consumidores, se busca cubrir con este proyecto unas 500 hectáreas.
El rendimiento de las últimas cosechas puso en evidencia el potencial de los productores agrícolas que suman a toda la familia rural al trabajo.
Esta nueva modalidad se desarrolla de manera integral: se mejoran las condiciones de riego, se capacita a los productores y se proveen insumos para combatir las plagas.
La labor incluye la capacitación en tecnologías productivas como la siembra por surcos, el control fitosanitario y la fertilización, entre otras. De este modo, se las puede incorporar progresivamente a las explotaciones para potenciar los rendimientos.
También se destaca la conformación de grupos que, en algunos casos, han comenzado a comercializar sus productos en conjunto, obteniendo $ 3,00 por cada kilogramo de anís y $ 5,00 por cada kilogramo de comino.
Hoy por hoy, se destacan nuevas posibilidades surgidas de estas producciones. Por ejemplo, el retorno del capital invertido es de 5 a 1 en el caso del comino, y de 4 a 1 en el del anís.
Dos plantas
El anís y el comino son plantas aromáticas que se suman al creciente auge de las especias.
Este auge llega de la mano del retorno a las comidas elaboradas en el hogar, algo a lo que han contribuido los programas televisivos destinados solo a la cocina, los sitios web especializados en este tema, los grupos en las redes sociales y los numerosos fascículos, libros y revistas.
El anís y el comino son plantas aromáticas que se suman al creciente auge de las especias.
Este auge llega de la mano del retorno a las comidas elaboradas en el hogar, algo a lo que han contribuido los programas televisivos destinados solo a la cocina, los sitios web especializados en este tema, los grupos en las redes sociales y los numerosos fascículos, libros y revistas.
El anís es una planta originaria de Asia. Sus semillas se utilizan como condimento en panadería y repostería, en licores, en algunos currys y en platos con mariscos.
El comino, en cambio, tiene su origen en la zona del Mediterráneo. Por eso está presente en los platos de la cocina norafricana. Además, se lo emplea en la cocina hindú y se para el curry.
Este proyecto forma parte de las acciones de Responsabilidad Social Empresaria que lleva adelante Minera Alumbrera.
Esas acciones se realizan, fundamentalmente, dentro de su Área Primaria de Impacto del proyecto, formada por los departamentos de Andalgalá, Belén y Santa María. Fuente Contexto Minero
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