Los ambientalistas intentaron resistir y apedrearon a la Policía. Efectivos de Infantería respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos. (Fotogalería)
La disposición partió de la fiscal subrogante, Liliana Álvarez, y la orden era que el operativo se hiciera sin armas pero se tergiversó.
El tenso enfrentamiento entre civiles y uniformados en el oeste catamarqueño – como lo había anticipado El Ancasti- tuvo gran repercusión nacional e impactó de lleno en los primeros meses de la gestión de Lucía Corpacci.
Fue un hecho sin precedentes en Tinogasta en el marco de la lucha antiminera que lleva adelante el grupo de Autoconvocados por la Vida. El sector actúa de manera coordinada con otras asambleas del país.
Alrededor de unas 150 personas ,ante el avance de la Infantería, decidieron quedarse sentados sobre la ruta nacional para resistir a la Policía. A los pocos minutos de los primeros forcejeos, donde había mujeres, niños e incluso personas discapacitadas; comenzaron a llover piedras sobre los policías. La acción tuvo una reacción que trajo como consecuencia el amedrentamiento con balas de goma, gases lacrimógenos y más piedras que surgían de ambos frentes.
La refriega comenzó a las 8.50 de la mañana. El lugar fue territorio de guerra, durante unos 45 minutos. Finalmente, los camiones lograron cruzar y ser escoltados por Infantería hasta Cerro Negro, límite departamental, pero salieron apedreados.
Ninguno de los 20 camiones varados desde hace más de dos semanas en Tinogasta, ni los móviles de Infantería se salvaron y tras cruzar por el arco les rompieron casi todos los vidrios, incluso uno de los choferes, de apellido Jaramillo, resultó seriamente dañado al ingresar un cascote por la ventana que rompió el vidrio e impactó en su cabeza. El camionero logró llegar a la subcomisaría de Copacabana desde donde se lo derivó a Aimogasta y de allí a la capital riojana .
El tenso enfrentamiento entre civiles y uniformados en el oeste catamarqueño – como lo había anticipado El Ancasti- tuvo gran repercusión nacional e impactó de lleno en los primeros meses de la gestión de Lucía Corpacci.
Fue un hecho sin precedentes en Tinogasta en el marco de la lucha antiminera que lleva adelante el grupo de Autoconvocados por la Vida. El sector actúa de manera coordinada con otras asambleas del país.
Alrededor de unas 150 personas ,ante el avance de la Infantería, decidieron quedarse sentados sobre la ruta nacional para resistir a la Policía. A los pocos minutos de los primeros forcejeos, donde había mujeres, niños e incluso personas discapacitadas; comenzaron a llover piedras sobre los policías. La acción tuvo una reacción que trajo como consecuencia el amedrentamiento con balas de goma, gases lacrimógenos y más piedras que surgían de ambos frentes.
La refriega comenzó a las 8.50 de la mañana. El lugar fue territorio de guerra, durante unos 45 minutos. Finalmente, los camiones lograron cruzar y ser escoltados por Infantería hasta Cerro Negro, límite departamental, pero salieron apedreados.
Ninguno de los 20 camiones varados desde hace más de dos semanas en Tinogasta, ni los móviles de Infantería se salvaron y tras cruzar por el arco les rompieron casi todos los vidrios, incluso uno de los choferes, de apellido Jaramillo, resultó seriamente dañado al ingresar un cascote por la ventana que rompió el vidrio e impactó en su cabeza. El camionero logró llegar a la subcomisaría de Copacabana desde donde se lo derivó a Aimogasta y de allí a la capital riojana .
Vigilia
Desde la noche anterior, el clima se había cargado de tensión cuando hubo intentos fallidos por sacar un camión de insumos mineros por un camino vecinal.
La Policía emplazó al desalojo en dos horas, pero el tiempo se dilató y cayó la noche. Los asambleístas no dejaron ingresar a los móviles policiales y se tomó la decisión de esperar hasta el día siguiente. Muchos de los autoconvocados mantuvieron vigilia durante toda la noche.
Ayer, el comisario Javier Navarro llegó al lugar y, tras leerles la violación al artículo 194 del Código Penal, informó la decisión de la justicia de utilizar los medios y personal necesario para liberar la ruta 60 para garantizar la libre circulación de personas. Ése fue el comienzo del caos.
Desde la noche anterior, el clima se había cargado de tensión cuando hubo intentos fallidos por sacar un camión de insumos mineros por un camino vecinal.
La Policía emplazó al desalojo en dos horas, pero el tiempo se dilató y cayó la noche. Los asambleístas no dejaron ingresar a los móviles policiales y se tomó la decisión de esperar hasta el día siguiente. Muchos de los autoconvocados mantuvieron vigilia durante toda la noche.
Ayer, el comisario Javier Navarro llegó al lugar y, tras leerles la violación al artículo 194 del Código Penal, informó la decisión de la justicia de utilizar los medios y personal necesario para liberar la ruta 60 para garantizar la libre circulación de personas. Ése fue el comienzo del caos.
17 HERIDOS POR LOS INCIDENTES
Según el informe oficial, al cierre de esta edición, el saldo de los incidentes era 17 heridos entre civiles y policías. En el Hospital de Tinogasta permanecían dos civiles internados con golpes y lastimaduras producto del impacto de los perdigones de goma. También se hicieron varias curaciones a personas heridas, entre ellas, una asambleísta que fue mordida en un seno por uno de los canes de seguridad.
Pero también fueron varios los heridos que pertenecen a la Policía. Algunos de ellos con luxaciones de extremidades como consecuencia del impacto de piedras.
Pero también fueron varios los heridos que pertenecen a la Policía. Algunos de ellos con luxaciones de extremidades como consecuencia del impacto de piedras.
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