La
plaza principal de Belén fue el escenario de la segunda marcha que se
concreta para pedir justicia por casos de abusos sexuales en contra de
adolescentes
La
madre de la niña que recientemente acusó al sacerdote Juan de dios
Gutiérrez; la del adolescente que denunció al sacerdote Renato Rasguido
en 2013 en Andalgalá, y la mamá de la niña de 14 años que acusó a
Enrique Aybar, recientemente reelecto como intendente de la localidad
belicha de La Puerta de Corral Quemado, levantaron sus pancartas y
rogaron que los tres puedan ser juzgados.
El encuentro comenzó el viernes pasado a las 20.00 pero previamente las madres se reunieron en la casa de una de ellas para poder escribir los carteles que levantarían para que la sociedad belicha conozca su realidad. La marcha no duró mucho y fueron muy pocos los que respondieron a la invitación.
Mientras se organizaban, una sirena de tránsito de la comuna anunciaba la procesión de la Virgen del Rosario. La sorpresa fue de todos que la vieron pasar. “Es mucha la gente que participa siempre”, señalaron. “Son como tres cuadras de gente”. No obstante los fieles que se veían caminar no superaban las cien personas esta vez. Las mujeres interpretaron esta situación como una respuesta. “Tal vez la gente, aunque no venga a apoyarnos, esté molesta por lo que pasó”, dijeron.
Los manifestantes esperaron que la columna de la Procesión llegara a la iglesia. Pensaron en pararse frente al Santuario con sus carteles, pero decidieron que no le faltarían el respeto a la Virgen de Belén. “Todos somos creyentes, somos una familia católica. No estamos contra la Iglesia”, dijo la mamá de la nena que denunció a Gutiérrez, el sacerdote que escuchaba las mismas sirenas desde su celda, en la comisaría ubicada frente al Santuario de la Virgen de Belén.
La columna de mujeres bajó sus pancartas. Algunos conocidos se acercaron hasta el lugar y preguntaron cómo estaba la menor. Otros miraron indiferentes. “Muchos me han dicho que tenía que resguardar a mi hija, que la expuse. ¿Pero no la expuse ya al mandarla a la Iglesia, al club o a la escuela como les pasó a los otros chicos?”, se preguntó dolida.
Las mujeres quedaron en reunirse nuevamente. La madre que denunció a Rasguido anunció que hará una marcha en su departamento. El miedo de todas es que la Iglesia, desde la cabeza, encubra y use influencias para dilatar las causas. “Yo llevo esperando dos años. Hasta me ofrecieron plata para que deje la causa como está”, contó.
Por su parte, la otra madre señaló algo similar. “Me dijeron los abogados que espere a que terminen las elecciones. Ahora lo reeligieron a Aybar como intendente. Parece que eso es lo que querían, para después no hacerle nada”.
Fuente: Londreshoy.com.ar
El encuentro comenzó el viernes pasado a las 20.00 pero previamente las madres se reunieron en la casa de una de ellas para poder escribir los carteles que levantarían para que la sociedad belicha conozca su realidad. La marcha no duró mucho y fueron muy pocos los que respondieron a la invitación.
Mientras se organizaban, una sirena de tránsito de la comuna anunciaba la procesión de la Virgen del Rosario. La sorpresa fue de todos que la vieron pasar. “Es mucha la gente que participa siempre”, señalaron. “Son como tres cuadras de gente”. No obstante los fieles que se veían caminar no superaban las cien personas esta vez. Las mujeres interpretaron esta situación como una respuesta. “Tal vez la gente, aunque no venga a apoyarnos, esté molesta por lo que pasó”, dijeron.
Los manifestantes esperaron que la columna de la Procesión llegara a la iglesia. Pensaron en pararse frente al Santuario con sus carteles, pero decidieron que no le faltarían el respeto a la Virgen de Belén. “Todos somos creyentes, somos una familia católica. No estamos contra la Iglesia”, dijo la mamá de la nena que denunció a Gutiérrez, el sacerdote que escuchaba las mismas sirenas desde su celda, en la comisaría ubicada frente al Santuario de la Virgen de Belén.
La columna de mujeres bajó sus pancartas. Algunos conocidos se acercaron hasta el lugar y preguntaron cómo estaba la menor. Otros miraron indiferentes. “Muchos me han dicho que tenía que resguardar a mi hija, que la expuse. ¿Pero no la expuse ya al mandarla a la Iglesia, al club o a la escuela como les pasó a los otros chicos?”, se preguntó dolida.
Las mujeres quedaron en reunirse nuevamente. La madre que denunció a Rasguido anunció que hará una marcha en su departamento. El miedo de todas es que la Iglesia, desde la cabeza, encubra y use influencias para dilatar las causas. “Yo llevo esperando dos años. Hasta me ofrecieron plata para que deje la causa como está”, contó.
Por su parte, la otra madre señaló algo similar. “Me dijeron los abogados que espere a que terminen las elecciones. Ahora lo reeligieron a Aybar como intendente. Parece que eso es lo que querían, para después no hacerle nada”.
Fuente: Londreshoy.com.ar
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