Al
parecer, los humillaba con palabras insultantes, y los encerraba en el
baño. Los padres exigen respuestas de las autoridades, y afirman que en
años anteriores ya había sucedido.
BELEN
Un grupo de padres de niños que concurren al JIN Nº 5, de la ciudad de Belén, hizo pública una situación que se viene dando desde hace tiempo con una de las docentes, a quien directamente acusaron de malos tratos hacia los chicos.
Si bien aclaran que los hechos no llegaron a lo físico, sí remarcaron que la conducta de la docente es bastante polémica, porque tiene un trato hasta humillante con niños que no superan los 5 años.
Asimismo, señalaron que al hacer el reclamo ante las autoridades de la institución, parece haberse preocupado más de las formalidades de la presentación que en la realidad. Después de muchas vueltas, el reclamo se encuentra supuestamente en la dirección de Educación Inicial, aunque nadie garantiza que efectivamente el caso haya llegado a oídos de las autoridades provinciales.
Son alrededor de 14 padres quienes firmaron la nota, en la que cuentan que los chicos se negaban a ir al jardín, “porque la señorita es mala”, lo cual les llamó la atención y comenzaron a indagar. De esa manera, se enteraron de que la docente (su identidad se mantendrá en reserva), los trataba de manera despectiva, los ponía en penitencia encerrándolos en el baño o en un rincón de la sala, o lo más grave, a un niño lo hizo parar delante de todos sus compañeros y lo obligaba a repetir que era un “payaso”, para que los demás se burlen de él.
Para evitar que los padres se enteren de lo que pasaba en la salita, la docente les decía a los niños que ello sería un secreto entre todos, “porque si lo revelaban iba a llamar a la policía”.
El caso surgió cuando la docente se tomó una licencia y fue reemplazada temporalmente, pero al momento de retomar sus tareas los chicos no querían volver al jardín. Los padres hablaron entre sí y se dieron cuenta de que muchos niños estaban en la misma situación, y después de preguntarles lograron conocer la verdad.
Entonces, el pasado 6 de noviembre presentaron una nota ante la directora del JIN, pero en primer término se las rechazó, “porque no tenía su nombre completo”, y la mencionaban como señora, y les exigió que la nombren “profesora”.
Una vez salvado este detalle burocrático, ese mismo día volvieron a presentar la nota, y la directora se comprometió a elevarla ante la dirección de Nivel Inicial en esta Capital, aunque nadie sabe a ciencia cierta si ello ocurrió, porque el destino de la comunicación es incierto.
Los padres reclamaron una respuesta de parte de las autoridades, tomando en cuenta que al parecer esta docente ya habría sido protagonista de hechos similares en años anteriores, lo cual denota una conducta permanente de su parte.
Remarcaron que al enterarse de lo que pasaba en el jardín temieron que la cosa hubiera sido incluso mucho más grave, pero de momento no se comprobó que el maltrato haya llegado al nivel físico.
En total son 21 niños los que concurren a esa salita, de los cuales se comprobó que 14 coincidieron en contar que en algún momento del año fueron víctimas de los tratos humillantes por parte de quien debería cuidarlos.
Un grupo de padres de niños que concurren al JIN Nº 5, de la ciudad de Belén, hizo pública una situación que se viene dando desde hace tiempo con una de las docentes, a quien directamente acusaron de malos tratos hacia los chicos.
Si bien aclaran que los hechos no llegaron a lo físico, sí remarcaron que la conducta de la docente es bastante polémica, porque tiene un trato hasta humillante con niños que no superan los 5 años.
Asimismo, señalaron que al hacer el reclamo ante las autoridades de la institución, parece haberse preocupado más de las formalidades de la presentación que en la realidad. Después de muchas vueltas, el reclamo se encuentra supuestamente en la dirección de Educación Inicial, aunque nadie garantiza que efectivamente el caso haya llegado a oídos de las autoridades provinciales.
Son alrededor de 14 padres quienes firmaron la nota, en la que cuentan que los chicos se negaban a ir al jardín, “porque la señorita es mala”, lo cual les llamó la atención y comenzaron a indagar. De esa manera, se enteraron de que la docente (su identidad se mantendrá en reserva), los trataba de manera despectiva, los ponía en penitencia encerrándolos en el baño o en un rincón de la sala, o lo más grave, a un niño lo hizo parar delante de todos sus compañeros y lo obligaba a repetir que era un “payaso”, para que los demás se burlen de él.
Para evitar que los padres se enteren de lo que pasaba en la salita, la docente les decía a los niños que ello sería un secreto entre todos, “porque si lo revelaban iba a llamar a la policía”.
El caso surgió cuando la docente se tomó una licencia y fue reemplazada temporalmente, pero al momento de retomar sus tareas los chicos no querían volver al jardín. Los padres hablaron entre sí y se dieron cuenta de que muchos niños estaban en la misma situación, y después de preguntarles lograron conocer la verdad.
Entonces, el pasado 6 de noviembre presentaron una nota ante la directora del JIN, pero en primer término se las rechazó, “porque no tenía su nombre completo”, y la mencionaban como señora, y les exigió que la nombren “profesora”.
Una vez salvado este detalle burocrático, ese mismo día volvieron a presentar la nota, y la directora se comprometió a elevarla ante la dirección de Nivel Inicial en esta Capital, aunque nadie sabe a ciencia cierta si ello ocurrió, porque el destino de la comunicación es incierto.
Los padres reclamaron una respuesta de parte de las autoridades, tomando en cuenta que al parecer esta docente ya habría sido protagonista de hechos similares en años anteriores, lo cual denota una conducta permanente de su parte.
Remarcaron que al enterarse de lo que pasaba en el jardín temieron que la cosa hubiera sido incluso mucho más grave, pero de momento no se comprobó que el maltrato haya llegado al nivel físico.
En total son 21 niños los que concurren a esa salita, de los cuales se comprobó que 14 coincidieron en contar que en algún momento del año fueron víctimas de los tratos humillantes por parte de quien debería cuidarlos.
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