El reclamo de hace un tiempo, en el que se aseguraba que jóvenes de la ciudad de Belén “se emborrachaban, drogaban y hasta mantenían relaciones sexuales puertas adentro del cementerio municipal”, ahora los vecinos enfatizan que desde hace unas semanas se pueden observar decenas de nichos destrozados y tantos otros que les robaron las placas.
A partir de esta situación y viéndose impotentes ante la situación, se dirigieron a las autoridades a fin de que se disponga un sereno que controle y evite el ingreso a personas que “en horas de la noche se disponen a hacer daño”, observando que cada vez que se dirigen a visitar a sus familiares, se encuentran con todo roto y sin nada.
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