| La Fiscalía ordenará exámenes de ADN. Se trataría de Fátima Chaile, cuyo concubino fue juzgado, pero absuelto porque nunca apareció el cuerpo.
Los restos óseos hallados en la localidad belicha de Londres, el 3 de agosto pasado, podrían ser de Fátima Chaile, la mujer desaparecida en marzo de 2003 y de la que se sospechó que pudo haber sido asesinada por su pareja, quien actualmente cursa una condena por abusar sexualmente de las dos hijas de Chaile. La sospecha del fiscal Jorge Flores se basa en el resultado de las pericias antropológicas realizadas a los huesos, que determinarían que se trata del cuerpo de una mujer que sufrió un golpe en la cabeza.
Según confirmaron fuentes relacionadas con la investigación, los estudios antropológicos habrían determinado que los restos serían de una mujer de entre 30 y 50 años de edad que habría recibido un golpe en su cabeza en la zona frontal y parietal derecha, luego de fallecida. Además, se pudo inferir que el tiempo que llevaba muerta no fue reciente, aunque no se pudo determinar con exactitud.
Con este informe, el fiscal ordenaría cotejar los datos a través de un informe de ADN realizado con los familiares de la mujer y así poder descartar o corroborar la nueva hipótesis.
Chaile fue dada por desaparecida en marzo de 2003. Su pareja, Pedro Úsqueda, quien fue juzgado en 2009 y sentenciado a 20 años de prisión por violar a las dos hijas de la mujer y tener un hijo con una de ellas, fue imputado también por su fallecimiento. Es que, en aquel momento, hubo serios indicios que mostraban que la mujer pudo haber sido asesinada. Aunque en aquel momento Úsqueda dijo a su familia que Chaile los había abandonado, las sospechas de una muerte violenta comenzaron a surgir con el correr de los días.
Por caso, en la investigación se incorporó el testimonio de una ex pareja del imputado, de apellido Varela, a la que éste le habría confesado que había matado a su esposa y que no tendría drama de asesinarla a ella también.
Varela admitió, además, que ayudó a Úsqueda a prender fuego a las prendas que pertenecían a Chaile, que el acusado había llevado en varias bolsas.
En tanto, dos compañeros de celda de Úsqueda declararon que éste les contó cómo y cuándo asesinó a la mujer. Les dijo que la apuñaló varias veces y que luego cargó el cuerpo en una camioneta y lo llevó hacia una zona rural de difícil acceso, donde junto a otras dos personas que lo ayudaron lo sepultó con cal, piedras y tierra.
No obstante, y porque no existían pruebas fehacientes para determinar que Úsqueda la hubiese matado, entre ellas la falta del cadáver o restos que permitieran corroborar su muerte, Úsqueda fue absuelto por los jueces de la Cámara en lo Criminal de Tercera Nominación en abril de 2010.
El cotejo de datos genéticos podría conocerse recién dentro de un mes y medio, debido a que las muestras son enviadas a otras provincias para su análisis.
Según confirmaron fuentes relacionadas con la investigación, los estudios antropológicos habrían determinado que los restos serían de una mujer de entre 30 y 50 años de edad que habría recibido un golpe en su cabeza en la zona frontal y parietal derecha, luego de fallecida. Además, se pudo inferir que el tiempo que llevaba muerta no fue reciente, aunque no se pudo determinar con exactitud.
Con este informe, el fiscal ordenaría cotejar los datos a través de un informe de ADN realizado con los familiares de la mujer y así poder descartar o corroborar la nueva hipótesis.
Chaile fue dada por desaparecida en marzo de 2003. Su pareja, Pedro Úsqueda, quien fue juzgado en 2009 y sentenciado a 20 años de prisión por violar a las dos hijas de la mujer y tener un hijo con una de ellas, fue imputado también por su fallecimiento. Es que, en aquel momento, hubo serios indicios que mostraban que la mujer pudo haber sido asesinada. Aunque en aquel momento Úsqueda dijo a su familia que Chaile los había abandonado, las sospechas de una muerte violenta comenzaron a surgir con el correr de los días.
Por caso, en la investigación se incorporó el testimonio de una ex pareja del imputado, de apellido Varela, a la que éste le habría confesado que había matado a su esposa y que no tendría drama de asesinarla a ella también.
Varela admitió, además, que ayudó a Úsqueda a prender fuego a las prendas que pertenecían a Chaile, que el acusado había llevado en varias bolsas.
En tanto, dos compañeros de celda de Úsqueda declararon que éste les contó cómo y cuándo asesinó a la mujer. Les dijo que la apuñaló varias veces y que luego cargó el cuerpo en una camioneta y lo llevó hacia una zona rural de difícil acceso, donde junto a otras dos personas que lo ayudaron lo sepultó con cal, piedras y tierra.
No obstante, y porque no existían pruebas fehacientes para determinar que Úsqueda la hubiese matado, entre ellas la falta del cadáver o restos que permitieran corroborar su muerte, Úsqueda fue absuelto por los jueces de la Cámara en lo Criminal de Tercera Nominación en abril de 2010.
El cotejo de datos genéticos podría conocerse recién dentro de un mes y medio, debido a que las muestras son enviadas a otras provincias para su análisis.
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