viernes, 16 de noviembre de 2012

El día en que Luis Franco aceptó un convite de la cultura salteña

Una fotografía de gran valor histórico, rescatada por Eduardo Aroca, refleja ese encuentro.
El día en que Luis Franco aceptó un convite de la cultura salteña Foto: Eduardo Aroca
Gustavo “Cuchi” Leguizamón, salteño, fallecido en setiembre de 2000, fue un poeta, brillante músico, pianista y compositor riguroso, orquestador, abogado penalista, defensor de pobres, profesor de historia, literatura y filosofía, polémico opinador y ácido crítico con una alta cuota de humor. Es autor de más de 800 obras; además de sus propias letras, musicalizó poemas de Manuel J. Castilla, César Perdiguero, Jaime Dávalos, Armando Tejada Gómez, Miguel Ángel Pérez (catamarqueño, de Santa María, autor de Viruta i’ vino, Si llega a ser tucumana, entre otras).
Luis Leopoldo Franco, catamarqueño, fallecido en 1988, fue un poeta brillante, un pensador universal, ilustrado, polémico, escritor fundamental de las letras americanas, resistido e ignorado por mucho tiempo.
Estos dos genios, aparentemente sin puntos en común, en realidad, cultivaron una importante relación.
Esta fotografía histórica e irrepetible, tomada en la ciudad de Salta en el año 1963 durante la Cena de Gala del 1er Festival Folclórico del NOA, demuestra que efectivamente fue así. Este acontecimiento cultural del noroeste argentino reunió a lo más granado de la cultura popular salteña y argentina. No es una casualidad que Luis Franco esté sentado entre el “Cuchi” y Manuel J. Castilla (de saco blanco).
En la foto están, entre otros, José Ríos, César Perdiguero, el pianista José Juan “Coco” Botelli, los escultores salteños Rodolfo Argenti y Carlos “Pajita” García Bes, Hugo Riera (hijo del legendario Juan Riera, de quien habla la zamba Juan Panadero y en cuya panadería se gestaron grandes hitos del folclore salteño, entre ellos el Dúo Salteño), Julio Espinoza (autor de Vidala para mi Sombra), el poeta salteño José Fernández Molina y otros personajes de la cultura popular salteña. Repárese que el único “monstruo” no salteño, es don Luis Franco.
A partir de la década del 50, son tildados de progresistas. De alguna manera los intelectuales del norte no son vistos con buenos ojos en el resto del país.
Luego de esa reunión, se afianza la relación y mutua admiración entre Franco y Leguizamón, un importante fruto de ello es el hecho de que el “Cuchi” Leguizamón musicalizara el poema Coplas del Regreso de Luis Franco, en ritmo de zamba.
Esta bella obra, en letra y música, fue el pretexto para el regreso del Dúo Salteño, quienes armaron un espectáculo llamado precisamente Coplas del Regreso y eligieron a Catamarca para la primera presentación en el regreso del dúo.
La última vez que el Dúo Salteño cantó fue en Córdoba en 1992 y regresó a los escenarios en el Cine Teatro Catamarca en 2005.

Chacho Echenique dijo entonces: “Tal vez son las coplas de un regreso en una zamba, donde la música baja por los ojos del Cuchi, como esas aguas que no dejan de pasar en la memoria del río. Y sus lágrimas contemplan pensativas esa hoja de papel en el silencio de un piano”.

Día del Poeta

Ayer, 15 de noviembre, se conmemoró el Día del Poeta Catamarqueño, justamente en reconocimiento a Luis Leopoldo Franco, el poeta por antonomasia de Catamarca, que nació un 15 de noviembre de 1898.

COPLAS DEL REGRESO

La ausencia te hizo más pura
casi azul, la lejanía,
dioses del cielo y el mar
cuidáronte, ausente mía.
Si con calvario y con muerte
resucité al tercer día,
no fue milagro sabiendo
que, por fin, tu amor volvía.
Tú, hecha primavera,
pones al que ha venido a tu lado,
en su ojal del corazón,
un beso recién cortado.
Cielo y mar juntan su rima
a la nuestra, ya lo ves,
mientras el mar, por ganarme,
viene a besarte los pies.
En qué silencio escuchamos,
confluencias de río y río,
el acorde inacabable
de tu corazón y el mío.
Texto: Eduardo Aroca

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