Siempre se dijo que, si hay quien robe es porque hay quien compre ese elemento robado.
Real situación que salió a la luz ayer, en el departamento Belén, más precisamente en la ciudad homónima, donde la policía local, tras la demora de dos adolescentes de 16 años, dio con un comerciante que se dedicaba a comprar y vender objetos robados.
El procedimiento, que logró cortar esta cadena delictiva, se concretó el último fin de semana, cuando los jovencitos -de quienes por razones legales se reservan sus datos personales- fueron demorados cuando trasladaban elementos robados de una vivienda.
Tras la aprehensión, trascendió que los jovencitos habrían manifestado ante los investigadores, que un comerciante -quien fue detenido ayer al mediodía mediante allanamiento en el local comercial- era la persona que les compraba, por ejemplo, las garrafas robadas. Dato que coincidió con la declaración de un hombre de apellido Carabajal, de Pozo de Piedra, a quien le habían sustraído una moto guadaña. Herramienta que luego vio exhibida para la venta en la vidriera de dicho comercio.
LA UNION pudo conocer que, al ser consultado sobre este hecho en particular por los uniformados, el comerciante habría manifestado desconocía que la herramienta sea robada y la entregó voluntariamente.
El desbaratamiento de esta cadena delictiva permitió no solo poner fin a esta actividad ilícita sino, además, esclarecer múltiples robos perpetrados en el departamento Belén.
37 garrafas
Fuentes a cargo de la causa informaron que, en total se logró recuperar 37 garrafas, de 10 y 15 Kg., las cuales fueron sustraídas de domicilios de la ciudad de Belén y localidades aledañas.
En cuanto al monto que el comerciante pagaba a los adolescentes “proveedores”, rondaban los 30 y 50 pesos, siendo comercializadas luego por un monto de entre 200 y 350 pesos, dependiendo los kilogramos.
El procedimiento, que logró cortar esta cadena delictiva, se concretó el último fin de semana, cuando los jovencitos -de quienes por razones legales se reservan sus datos personales- fueron demorados cuando trasladaban elementos robados de una vivienda.
Tras la aprehensión, trascendió que los jovencitos habrían manifestado ante los investigadores, que un comerciante -quien fue detenido ayer al mediodía mediante allanamiento en el local comercial- era la persona que les compraba, por ejemplo, las garrafas robadas. Dato que coincidió con la declaración de un hombre de apellido Carabajal, de Pozo de Piedra, a quien le habían sustraído una moto guadaña. Herramienta que luego vio exhibida para la venta en la vidriera de dicho comercio.
LA UNION pudo conocer que, al ser consultado sobre este hecho en particular por los uniformados, el comerciante habría manifestado desconocía que la herramienta sea robada y la entregó voluntariamente.
El desbaratamiento de esta cadena delictiva permitió no solo poner fin a esta actividad ilícita sino, además, esclarecer múltiples robos perpetrados en el departamento Belén.
37 garrafas
Fuentes a cargo de la causa informaron que, en total se logró recuperar 37 garrafas, de 10 y 15 Kg., las cuales fueron sustraídas de domicilios de la ciudad de Belén y localidades aledañas.
En cuanto al monto que el comerciante pagaba a los adolescentes “proveedores”, rondaban los 30 y 50 pesos, siendo comercializadas luego por un monto de entre 200 y 350 pesos, dependiendo los kilogramos.
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