Y piden investigar por falso testimonio a dos testigos
A la cárcel. Julio Aguiar.
Luego de otorgarle la posibilidad de emitir su última palabra a Aguiar, en donde sólo atinó a declararse inocente, los jueces de la cámara Nº1 pasaron a deliberar. La sentencia de 15 años decidida en concordancia con lo solicitado por el Fiscal dejó helado al abogado defensor, Alberto Furque, quien aseguró en todo momento que su pupilo era inocente y que la causa habría sido armada por "chusmeríos de pueblo".
Luego de la lectura de la sentencia, el fiscal Silva Molina solicitó la palabra para pedir que la hija de Aguiar, Claudia y Cruz Palavecino, sean investigados por el fiscal en turno por falso testimonio. El hecho
El denominado crimen de Las Barrancas, ocurrió el martes 9 de julio de 2009, alrededor de las 15. En aquel momento, Lorenzo Américo Saracho se habría encontrado alcoholizado en el interior de la casa de Aguiar, porque le habrían encomendado el cuidado de su hermana, Milagros Saracho, quien sufría una deficiencia mental, mientras la familia cuidaba a uno de los hijos en una clínica de Belén porque había sido operado.
Al parecer, lo que desató la ira del condenado fue que, al momento de su llegada -las 15-, Saracho no había preparado la comida para la hermana discapacitada, ni había alimentado a los chanchos que tenía en la vivienda. Luego de una fuerte discusión, Aguiar habría tomado una regla metálica de albañil de más de dos metros de largo, con la que golpeó a su cuñado hasta matarlo.
Aguiar y su defensor sostuvieron su inocencia hasta el final del debate.
Luego de la lectura de la sentencia, el fiscal Silva Molina solicitó la palabra para pedir que la hija de Aguiar, Claudia y Cruz Palavecino, sean investigados por el fiscal en turno por falso testimonio. El hecho
El denominado crimen de Las Barrancas, ocurrió el martes 9 de julio de 2009, alrededor de las 15. En aquel momento, Lorenzo Américo Saracho se habría encontrado alcoholizado en el interior de la casa de Aguiar, porque le habrían encomendado el cuidado de su hermana, Milagros Saracho, quien sufría una deficiencia mental, mientras la familia cuidaba a uno de los hijos en una clínica de Belén porque había sido operado.
Al parecer, lo que desató la ira del condenado fue que, al momento de su llegada -las 15-, Saracho no había preparado la comida para la hermana discapacitada, ni había alimentado a los chanchos que tenía en la vivienda. Luego de una fuerte discusión, Aguiar habría tomado una regla metálica de albañil de más de dos metros de largo, con la que golpeó a su cuñado hasta matarlo.
Aguiar y su defensor sostuvieron su inocencia hasta el final del debate.
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