Familiares afirman que estuvieron todo el tiempo con ella
El padrino de la bebé cuenta la verdadera historia de su ahijada enferma.
En Belén nació una niña, hija de una menor de sólo 14 años y con un grave problema de salud: hidrocefalia. La pequeña, que fue adoptada por una humilde familia del lugar, fue traída a la ciudad para recibir tratamiento por la enfermedad que le causaba permanentes dificultades para respirar. Irma Merced murió a los dos meses y veintiún días de vida en el hospital de Niños Eva Perón, y la familia se mostró muy dolida porque un medio de comunicación informó que murió abandonada, cuando aseguran que no estuvo sola en ningún momento.
La triste historia es relatada a El Esquiú.com por el padrino de la bebita, Fabrizzio Baigorria, quien relató la historia desde el principio, contando cómo fue que un humilde pochoclero de Belén y su esposa, ambos padres de un niño con síndrome de down, le dieron un espacio en su corazón a una recién nacida cuya madre no podía mantenerla y de la manera en la que la cuidaron, juntando fondos en su ciudad natal para poder estar cerca de la criatura. “Tenía apneas, y después empezó a olvidarse cómo respirar”, explicó el padrino de la beba, agregando que la pequeña sufría taquicardias y otras afecciones, por lo que su mamá adoptiva se mudó a Catamarca para poder estar con ella durante el tiempo que el nosocomio se lo permitía. “Estaba todo el tiempo conmigo y con la mamá adoptiva”, aseguró Fabrizzio, quien no deja de disimular el dolor y la tristeza que le causó escuchar las versiones que aseguraron que su ahijada había muerto sola y abandonada en una cama de hospital. El joven indicó una lista de médicos y enfermeros del Hospital de Niños que pueden dar fe de lo que dice y expresó que los únicos días que la mamá adoptiva regresaba a Belén eran los fines de semana, porque debía atender también a su hijo con capacidades diferentes y a su marido.
El lunes 24 de septiembre, feriado nacional, la pequeña falleció en horas de la madrugada, cuando los papeles que sus padres tramitaban para que la adopción ya sea formal estaban casi listos y su madre se hallaba en Belén. Fabrizzio explica que él se presentó inmediatamente en el hospital al recibir el llamado de la trágica noticia y él mismo trasladó el pequeño cuerpo escaleras abajo en el interior del edificio.Ese mismo día, su madre viajó y ambos la llevaron a Belén, para luego darse con que dos medios habían informado erróneamente sobre el fallecimiento de la criatura.
Fabrizzio asegura que lo que publicó La Unión el 25 de septiembre no es lo que pasó verdaderamente, y simplemente pide que haya justicia y se conozca la verdad, para tranquilidad de la familia de la nena, que la cuidó hasta el final, a pesar del gran sacrificio que significó para ellos, y para toda la gente que los ayudó económicamente para solventar gastos de estadía y traslado de la mujer, que dejó todo de lado para cuidar a su hija adoptiva.
La triste historia es relatada a El Esquiú.com por el padrino de la bebita, Fabrizzio Baigorria, quien relató la historia desde el principio, contando cómo fue que un humilde pochoclero de Belén y su esposa, ambos padres de un niño con síndrome de down, le dieron un espacio en su corazón a una recién nacida cuya madre no podía mantenerla y de la manera en la que la cuidaron, juntando fondos en su ciudad natal para poder estar cerca de la criatura. “Tenía apneas, y después empezó a olvidarse cómo respirar”, explicó el padrino de la beba, agregando que la pequeña sufría taquicardias y otras afecciones, por lo que su mamá adoptiva se mudó a Catamarca para poder estar con ella durante el tiempo que el nosocomio se lo permitía. “Estaba todo el tiempo conmigo y con la mamá adoptiva”, aseguró Fabrizzio, quien no deja de disimular el dolor y la tristeza que le causó escuchar las versiones que aseguraron que su ahijada había muerto sola y abandonada en una cama de hospital. El joven indicó una lista de médicos y enfermeros del Hospital de Niños que pueden dar fe de lo que dice y expresó que los únicos días que la mamá adoptiva regresaba a Belén eran los fines de semana, porque debía atender también a su hijo con capacidades diferentes y a su marido.
El lunes 24 de septiembre, feriado nacional, la pequeña falleció en horas de la madrugada, cuando los papeles que sus padres tramitaban para que la adopción ya sea formal estaban casi listos y su madre se hallaba en Belén. Fabrizzio explica que él se presentó inmediatamente en el hospital al recibir el llamado de la trágica noticia y él mismo trasladó el pequeño cuerpo escaleras abajo en el interior del edificio.Ese mismo día, su madre viajó y ambos la llevaron a Belén, para luego darse con que dos medios habían informado erróneamente sobre el fallecimiento de la criatura.
Fabrizzio asegura que lo que publicó La Unión el 25 de septiembre no es lo que pasó verdaderamente, y simplemente pide que haya justicia y se conozca la verdad, para tranquilidad de la familia de la nena, que la cuidó hasta el final, a pesar del gran sacrificio que significó para ellos, y para toda la gente que los ayudó económicamente para solventar gastos de estadía y traslado de la mujer, que dejó todo de lado para cuidar a su hija adoptiva.
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