El equipo de rescate de la Dirección Provincial de Antropología, Arqueología y Paleontología se encontró trabajando desde el momento del hallazgo en la Puerta de Corral Quemado, departamento Belén distante de la ciudad cabecera a 70 km aproximadamente, a raíz del hallazgo de una especie de gliptodonte.
Ramón Ríos, un lugareño, fue quien encontró la especie e informó inmediatamente a la Dirección a fin de que se tomen los recaudos del caso, tal como lo establece la Ley de Protección del Patrimonio.
Rita Rodríguez, a cargo de la Dirección, explicó que “el hallazgo se produjo en una zona en la que hace un par de años se encontró otro. El equipo está trabajando y se están haciendo las previsiones del caso, mientras que el municipio de Puerta de Corral Quemado está trabajando en un espacio cultural que está por inaugurarse y donde será depositada finalmente la especie”.
Asimismo, señaló que se trata de una especie muy grande que llevará su tiempo limpiar, por lo que cuentan con el asesoramiento de profesionales de la Universidad Nacional de Catamarca y de la Universidad de Tucumán.
Rodríguez informó que a raíz de los descubrimientos en la zona, el municipio tiene previsto hacer una reserva paleontológica en ese sector. “Es bueno informar sobre las previsiones que hay que tener, sobre todo a las empresas que hacen la traza vial. Hay que hacer campaña a nivel comunitario para que sepan que esos bienes son de ellos y los tienen que cuidar, y de allí también la importancia de conformar esta reserva en la zona”.
Finalmente, Rodríguez indicó que "no se puede dar mayores detalles sobre lo encontrado porque tenemos que esperar que se termine todo el trabajo de limpieza".
Al igual que sucedió con el hallazgo anterior, el pueblo se niega a que los restos se saquen del pueblo y fue el primer pedido realizado a las autoridades.
Noemí Reinoso, vecina del lugar, señaló que "para nosotros es de suma importancia que se produzcan estos descubrimientos y no queremos que los lleven. Se pidió a las autoridades municipales que se trabaje en un lugar específico para colocarlos porque creemos que vamos a continuar encontrándonos con más restos en esta zona".
Los gliptodontes fueron una familia de mamíferos del orden de los xenartros, que vivieron durante el final del período terciario y la época pleistocena. Poseían un caparazón hemisférico formado por placas óseas, cráneo pequeño, cubierto también con placas y, a veces, una maza defensiva equipada con púas al final de la cola. Algunos de ellos eran gigantescos, hasta de poco más de 1 metro de alto y casi 2 metros de longitud.
Rita Rodríguez, a cargo de la Dirección, explicó que “el hallazgo se produjo en una zona en la que hace un par de años se encontró otro. El equipo está trabajando y se están haciendo las previsiones del caso, mientras que el municipio de Puerta de Corral Quemado está trabajando en un espacio cultural que está por inaugurarse y donde será depositada finalmente la especie”.
Asimismo, señaló que se trata de una especie muy grande que llevará su tiempo limpiar, por lo que cuentan con el asesoramiento de profesionales de la Universidad Nacional de Catamarca y de la Universidad de Tucumán.
Rodríguez informó que a raíz de los descubrimientos en la zona, el municipio tiene previsto hacer una reserva paleontológica en ese sector. “Es bueno informar sobre las previsiones que hay que tener, sobre todo a las empresas que hacen la traza vial. Hay que hacer campaña a nivel comunitario para que sepan que esos bienes son de ellos y los tienen que cuidar, y de allí también la importancia de conformar esta reserva en la zona”.
Finalmente, Rodríguez indicó que "no se puede dar mayores detalles sobre lo encontrado porque tenemos que esperar que se termine todo el trabajo de limpieza".
Al igual que sucedió con el hallazgo anterior, el pueblo se niega a que los restos se saquen del pueblo y fue el primer pedido realizado a las autoridades.
Noemí Reinoso, vecina del lugar, señaló que "para nosotros es de suma importancia que se produzcan estos descubrimientos y no queremos que los lleven. Se pidió a las autoridades municipales que se trabaje en un lugar específico para colocarlos porque creemos que vamos a continuar encontrándonos con más restos en esta zona".
Los gliptodontes fueron una familia de mamíferos del orden de los xenartros, que vivieron durante el final del período terciario y la época pleistocena. Poseían un caparazón hemisférico formado por placas óseas, cráneo pequeño, cubierto también con placas y, a veces, una maza defensiva equipada con púas al final de la cola. Algunos de ellos eran gigantescos, hasta de poco más de 1 metro de alto y casi 2 metros de longitud.
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