Es un tramo vial que une los departamentos Belén y Tinogasta que permanece inhabilitado
La Cuesta de Zapata era hace varias décadas el camino obligado entre los departamentos Belén y Tinogasta, pero debido a lo complicado de su trazado, la ruta quedó en desuso y sin mantenimiento, y hoy su recomposición es reclamada desde distintos sectores de esa región del Oeste provincial.
Así lo señaló en una nota que hizo llegar a El Esquiú.com el periodista tinogasteño Carlos “Chalo” Varela, quien destaca la importancia de la Cuesta especialmente para la actividad turística, a la vez que expresa sus quejas contra las autoridades de Vialidad Provincial, bajo cuya órbita está la responsabilidad del mantenimiento de ese trayecto ubicado que guarda especial marco de belleza paisajística.
Varela señala a la Cuesta de Zapata como “un verdadero emblema de los tinogasteños” por cuanto “durante tantos años fue el vínculo directo con Belén y demás pueblos del Oeste catamarqueño, e incluso con la provincia de Tucumán, porque era lo más rápido en lo comercial, incluso para estudiantes universitarios”.
El periodista recordó que la cuando se cambió el trazado de la emblemática ruta nacional Nº 40, la cuesta pasó de la jurisdicción de Vialidad Nacional a su par provincial, con lo cual el trazado fue “abandonado”, según detalla. En ese marco, recordó que en enero de 2008 un grupo de tinogasteños decidieron recorrerla para comprobar el estado del camino y que pudieron llegar hasta el camping de Londres, en Belén, o sea que la pudieron transitar y probar que aunque tenía sectores deteriorados, no era “impasable”.
“Después de esta demostración se diligenció ante las autoridades de Vialidad Provincial su mejoramiento; no se pedía un asfaltado, sino dejarla transitable para coches, livianos, pero nada se hizo, únicamente promesas”, expresó Varela, a la vez que contó que se insistieron en las gestiones ante el organismo logrando la visita del titular de VP, quien fue acompañado por un grupo de personas en el trazado para comprobar que se podía mejorarla, pero que tampoco se resolvió nada.
Un poco más acá en el tiempo, en marzo de 2009, se produjo una movida del intendente de Londres, Gilberto Santillán, quien realizó mejoras en el sector que corresponde a su jurisdicción, hasta la cresta del cerro, para luego acordar con el entonces jefe comunal de Tinogasta, Simón Quintar, un encuentro en la misma cuesta. Allí se acordó que se volverían a realizar gestiones ante VP para que acondicione el lado tinogasteño, pero tampoco tuvo resultado favorable.
Así lo señaló en una nota que hizo llegar a El Esquiú.com el periodista tinogasteño Carlos “Chalo” Varela, quien destaca la importancia de la Cuesta especialmente para la actividad turística, a la vez que expresa sus quejas contra las autoridades de Vialidad Provincial, bajo cuya órbita está la responsabilidad del mantenimiento de ese trayecto ubicado que guarda especial marco de belleza paisajística.
Varela señala a la Cuesta de Zapata como “un verdadero emblema de los tinogasteños” por cuanto “durante tantos años fue el vínculo directo con Belén y demás pueblos del Oeste catamarqueño, e incluso con la provincia de Tucumán, porque era lo más rápido en lo comercial, incluso para estudiantes universitarios”.
El periodista recordó que la cuando se cambió el trazado de la emblemática ruta nacional Nº 40, la cuesta pasó de la jurisdicción de Vialidad Nacional a su par provincial, con lo cual el trazado fue “abandonado”, según detalla. En ese marco, recordó que en enero de 2008 un grupo de tinogasteños decidieron recorrerla para comprobar el estado del camino y que pudieron llegar hasta el camping de Londres, en Belén, o sea que la pudieron transitar y probar que aunque tenía sectores deteriorados, no era “impasable”.
“Después de esta demostración se diligenció ante las autoridades de Vialidad Provincial su mejoramiento; no se pedía un asfaltado, sino dejarla transitable para coches, livianos, pero nada se hizo, únicamente promesas”, expresó Varela, a la vez que contó que se insistieron en las gestiones ante el organismo logrando la visita del titular de VP, quien fue acompañado por un grupo de personas en el trazado para comprobar que se podía mejorarla, pero que tampoco se resolvió nada.
Un poco más acá en el tiempo, en marzo de 2009, se produjo una movida del intendente de Londres, Gilberto Santillán, quien realizó mejoras en el sector que corresponde a su jurisdicción, hasta la cresta del cerro, para luego acordar con el entonces jefe comunal de Tinogasta, Simón Quintar, un encuentro en la misma cuesta. Allí se acordó que se volverían a realizar gestiones ante VP para que acondicione el lado tinogasteño, pero tampoco tuvo resultado favorable.
Inhabilitación
Recientemente, y luego del trágico accidente donde perdió la vida una turista alemana que transitaba la Cuesta de Zapata con su esposo, el tramo fue declarado por VP como intransitable e inhabilitado. Y es en este punto, donde el periodista Varela cuestiona a las autoridades municipales y provinciales, ya que está visto que es un lugar que atrae turismo, una actividad “pregonada como importante”, y sin embargo la decisión fue cerrarla a todo tipo de tránsito.
Varela señala en su nota que este año, en junio, otro grupo de tinogasteños, encabezados por el vecino Edgardo “Tilo” Orquera se proponen nuevamente recuperar la Cuesta de Zapata, pero ese entusiasmo se vio frustrado porque VP a través de una comunicación les indicó que “no pueden hacer nada porque están usurpando algo que no les pertenece”.
“Es decir que no hacen ni dejan hacer; si a ellos no les significaba gasto alguno ¿por qué tanta maldad?”, se pregunta Varela.
Y concluye su nota aclarando que “aquí no se trata de efectuar un asfaltado, sino únicamente mantener el camino en condiciones de viabilidad, que muchos agradecerán”.
Varela señala en su nota que este año, en junio, otro grupo de tinogasteños, encabezados por el vecino Edgardo “Tilo” Orquera se proponen nuevamente recuperar la Cuesta de Zapata, pero ese entusiasmo se vio frustrado porque VP a través de una comunicación les indicó que “no pueden hacer nada porque están usurpando algo que no les pertenece”.
“Es decir que no hacen ni dejan hacer; si a ellos no les significaba gasto alguno ¿por qué tanta maldad?”, se pregunta Varela.
Y concluye su nota aclarando que “aquí no se trata de efectuar un asfaltado, sino únicamente mantener el camino en condiciones de viabilidad, que muchos agradecerán”.
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