Esta es la historia de una familia de un pueblo
de la Provincia de Buenos Aires que en el año 2009 decidió conocer las bellezas
de Catamarca, recorriendo esta provincia y al dialogar con él y al contarle las
bondades de las tierras catamarqueñas, le surgió la idea de comprar una finca
de viñedos en la zona de Fiambala que luego cambio por finca con nueces en la
zona de Belén.
Así paso, esta familia decidió invertir y
comprar tierras (no crean que grandes extensiones, apenas 13 hectáreas) en lo
que se llama el Norte Chico de Belén.
Enseguida comenzaron los problemas ya que no
conseguían fincas libres de problemas de papeles (el 90 % de la tierra en esta
zona tiene juicios de prescripciones y de herencias no resueltas). También les
ocurrió que en la compra, los engañaron con las horas de agua que tenía
asignada esa finca, resultando perjudicados ya que el pago lo había realizado
de contado y luego al querer utilizar el agua para regar, se dieron con que
esas horas de agua no existían. Nunca supusieron que el riego aquí se maneja
por usos y costumbres. Actualmente están afrontando un oneroso juicio en contra
de quienes les vendieron una tierra sin agua.
Cabe aclarar que esta familia (que tampoco son
millonarios ni les sobra el dinero, sino que son personas con una mirada de
futuro) compro nuevas plantas de nogales, mejoro los sistemas de riego,
incorporo a su nuevo emprendimiento 5 empleados a los cuales les abona sus
sueldos como lo establece la ley, cosa que sabemos es muy poco común por estos
lados y máxime teniendo en cuenta que la producción recién se vería en 5 años
de trabajo, ya que las fincas adquiridas estaban casi sin plantaciones.
Resulta ser que hace unos días, me encuentro en
Belén con esta familia y con mucha angustia, me cuentas que venían a despedir a
uno de sus empleados ya que por un accidente domestico fuera de su finca y del
horario de trabajo, el empleado perdió un ojo y aduciendo que por ese problema
no podía trabajar, le exigía el pago del sueldo como si lo hiciese. Aparte de que
este hombre le había metido un buen día, sus caballos a comer en la finca de
nogales y le había ocasionado un terrible desastre en las nuevas y futuras
plantaciones que estaban naciendo. Por toda esta situación comenzaban a costear
un segundo juicio que se sumaba al iniciado por las tierras.
Les cuento además que esta familia cada 3 meses
recorren mas de 2500 kms. Para visitar su emprendimiento y hace unos 90 días
atrás viniendo de noche por la Ruta 40 antes de llegar a Londres, chocaron una
vaca sin marca de propietario (las cuales abundan por las rutas de Catamarca,
sin control alguno) y destrozaron su vehículo, el cual no sirvió mas y por
suerte ellos salvaron su vida milagrosamente.
Todo lo que les cuento podría sonar a una
película de terror, pero no es más que la aventura de invertir en Catamarca, el
que escribe estas líneas es un guía de turismo que llevo allá por el 2009 a
esta familia a conocer las bellezas de Catamarca y en la charla mantenida los
empujo a que apostaran en la provincia, pero me pregunto si vale la pena
hacerlo ?, Créanme que la vergüenza es grande cuando me cruzo con estos amigos
y me cuentan la pesadilla que están viviendo, gastando sus ahorros y
endeudándose para invertir en esta Catamarca que nos dicen productiva pero que
a la hora de la verdad dista mucho la realidad.
También conozco que esta gente ha intentado
mantener un encuentro con las autoridades gubernamentales para comentarles su
proyecto, pero siendo escuchados, se carece de un verdadero apoyo a la
inversión privada, pareciera ser que acá se entiende que producir es dar
subsidios cuando cae piedra o no llueve.
Espero que si alguna autoridad lee estas
líneas, se contacten con esta familia, porque creo que ellos pueden ser la
mejor o peor, publicidad para que muchas otras familias vengan a conocer, a
invertir y a generar trabajo genuino en la Catamarca Productiva que tanto se
pregona desde las palabras pero poco se hace desde las acciones.
Mauricio Pagani
Guía de Turismo
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