Ayer a primera hora, cuando los medios nacionales daban a conocer el listado de víctimas fatales del trágico accidente del avión en la provincia de Río Negro, un nombre sonó conocido para los catamarqueños.
El geólogo Eduardo Musacchio había arribado a Catamarca por primera vez el mismo día que fue encontrado el cuerpo sin vida de su hijo, a quien ya andaban buscando desde tiempo antes.
Luego regresó cuando la investigación de la causa se lo exigía, y finalmente estuvo a fines de noviembre de 2010, cuando la Cámara Penal N° 3 llevó a cabo el juicio en contra de Santos Eusebio Quispe y Diego José Antonio Yapura como coautores del asesinato de Sebastián.
A lo largo de todo el tiempo que duró el proceso de investigación y enjuiciamiento de los acusados, Eduardo Musacchio jamás tuvo palabras ofensivas para ellos y, por el contrario, simplemente reclamaba que la Justicia le aplique el castigo que correspondía.
El día que se dictó el veredicto condenatorio para los asesinos de su hijo el hombre no quedó del todo conforme, pero fue respetuoso de la decisión del tribunal. Ese mismo día abordó en la ciudad de Belén un colectivo que lo dejaría en la ciudad de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, donde residía y hacia donde se dirigía en el avión cuando lo sorprendió la muerte la noche del miércoles.
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