lunes, 18 de abril de 2011

Por primera vez llega un obispo a pueblos muy distantes del Norte Grande de Belén

Continuando su visita pastoral a las comunidades del Norte Grande de Belén, pertenecientes a la parroquia Nuestra Señora del Rosario, con sede en Hualfín, el obispo Diocesano, monseñor Luis Urbanc, llegó a la localidad de Huasi Ciénaga, tras recorrer varias horas a caballo. Luego pasó a Culampajá, donde el efecto de las lluvias provocó la caída de algunas casitas; en tanto que en horas de la tarde del jueves 24, visitó a los pobladores de Minas de Culampajá, ubicada a unos 12 kilómetros , y Corral Quemado.
Visita histórica para pueblos, donde es la primera vez que llega un obispo.
Allí, el viernes 25 estuvo en la biblioteca, el minihospital y la emisora radial Fénix del Valle.
El recorrido por estos lugares fue complicado por las lluvias que ocasionaron serios daños en los caminos, que estaban muy resbaladizos, haciendo peligroso el ascenso y descenso en territorio montañoso. En algunas jornadas, el trayecto se hizo bajo la lluvia.
Papachacra, Vicuña
Pampa y Rodeo Gerván
El viernes por la tarde fue recibido en Papachacra por los alumnos de la escuela y el resto de la comunidad, con quienes compartió un almuerzo fraterno, y por la tarde se concretaron las celebraciones litúrgicas.
El sábado 26 partió hacia La Cuesta de Vicuña Pampa, realizando para ello unas dos horas a caballo; luego fue el turno de Rodeo Gerván, donde hubo un emotivo recibimiento con palabras de bienvenida, regresando a Corral Quemado, donde mantuvo una reunión con los pobladores sobre la Misión Diocesana Permanente, y la familia, en el Año de la Vida, mientras que el domingo, además de los actos litúrgicos, visitó enfermos.
El lunes 28, en El Durazno, celebró siete casamientos, bautismos y confirmaciones; en tanto que el martes 29, en Jacipunco, se reunió con alumnos y personal docente del jardín de infantes y de la escuela primaria.
“Gracias derramadas”
El párroco de la zona, prebítero Hugo Rodríguez, destacó que “la gente está muy feliz, porque es la primera vez que un obispo llega a estos lugares tan distantes. Hubo muchas gracias derramadas durante estos días.
Se observó a los pobladores muy dispuestos y muy contentos por la presencia del señor Obispo, quien llegó con su mensaje claro y profundo”, comentó el sacerdote, quien acompaña a monseñor Urbanc en su recorrido.
Asimismo, resaltó que “las lluvias nos complicaron mucho, los caminos estaban rotos por la crecida de los ríos, y nos dejaron en muchos casos incomunicados. Nos teníamos que manejar con las radios para informarle a la gente”.

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