Cristian Moreno, condenado.
Ayer en horas de la mañana, tras dar continuidad al debate iniciado una semana atrás, el tribunal de la Cámara Penal Nº 2 arribó al veredicto final con un voto en disidencia de unos de los magistrados. Es así que Pablo Alberto Castro recibió una pena de a un año de prisión en suspenso, tras ser encontrado culpable como coautor por el delito de robo. Además, para el mismo, se fijaron reglas de conductas a seguir.
Junto a él, los hermanos Loyola, Leonardo Benjamin y Franco Omar, fueron condenados por los mismos hechos a un año de prisión efectiva y declarados como reincidentes por primera vez.
Pena anterior
Cabe destacar que los hermanos Loyola se encuentran cumpliendo con una pena emitida por la misma cámara, por otro delito contra la propiedad, por el cual fueron condenados a tres años y seis meses de prisión en el 2010.
El hecho por el que Castro y los hermanos Loyola llegan al banquillo, se registró el 15 de abril de 2007 en la propiedad de una familia de apellido Palacios, ubicada en el distrito de Malli, en el departamento Andalgalá, donde los imputados habrían sustraído una computadora y teléfonos celulares, aprovechando la ausencia de sus propietarios.
Otra condena
Por otro lado, en la Cámara Penal Nº 1, Cristian Roberto Moreno fue condenado a un año y tres meses de prisión efectiva y declarado reincidente por segunda vez por el delito de “robo”. Simultáneamente su pareja, Marta Celia Nieva, juzgada por el mismo hecho fue absuelta.
El debate se llevó a cabo en horas de la mañana de ayer y se desarrolló de modalidad unipersonal a cargo del juez Carlos Alberto Roselló. En tanto, la pareja imputada fue defendida por el letrado Orlando del Señor Barrientos.
El hecho por el que Moreno y Nieva fueron juzgados tuvo lugar el 1 de mayo del 2011, en un domicilio ubicado sobre la calle Ramón Rosa Olmos, en la localidad de San Antonio, departamento Fray Mamerto Esquiú, donde los acusados, tras romper la ventana de la casa que se encontraba sin moradores, se apoderaron ilegítimamente de un televisor, un par de zapatillas, una cámara digital, dinero en efectivo, entre otros objetos, para posteriormente darse a la fuga.
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