miércoles, 9 de diciembre de 2015

Multitudinaria muestra de fe y devoción hacia la Virgen del Valle

A pesar del intenso calor que castigó ayer a nuestra ciudad, el cierre de las Festividades de la Virgen del Valle mostraron una impresionante cantidad de fieles, que caminaron las calles junto a la Imagen de la Morena.
La procesión de ayer será recordada como una de las más multitudinarias de los últimos tiempos, ya que de acuerdo con  los datos oficiales, finalmente ingresaron al Valle Central más de 160.000 personas en los últimos días, provenientes de distintos puntos del país, como también del interior provincial, sumados a los propios capitalinos, que desbordaron la plaza 25 de Mayo y todo el recorrido de la columna.
Exactamente a las 18.30, como estaba programado, la Imagen salió del Presbiterio al atrio de la Catedral Basílica, a reecontrarse con su pueblo, y antes de comenzar su peregrinar por las calles de la cuidad, presenció el paso de las innumerables delegaciones que la precederían en el recorrido.
Posteriormente, las autoridades provinciales, encabezadas por la gobernadora, Lucía Corpacci, y sus ministros, además del intendente de la Capital, Raúl Jalil, se colocaron detrás de la urna en la que la Morena del Valle iniciaba la solemne Procesión, llevada en andas por trabajadores de la empresa Aguas de Catamarca.
Monseñor Luis Urbanc, junto con otros obispos y sacerdotes llegados desde otras provincias y el interior provincial, comenzaron la caminata delante de la Imagen y rodeados de un cordón de seguridad policial para evitar desbordes ante la innumerable cantidad de fieles.
La columna partió por calle Sarmiento y tomó por República hacia el oeste, para rodear el Paseo General Navarro, donde una verdadera multitud se había dado cita para aguardar su paso, en uno de los puntos con mejor visión en todo el recorrido.
A medida que avanzaba la columna, se iban sumando cada vez más devotos, que hicieron prácticamente colapsar las calles del centro de la ciudad, al igual que aquellos ubicados en las calles laterales. En cada esquina se agolpaban cientos de personas, para presenciar el momento en que la Sagrada Imagen pasaba por allí, entonando cánticos y agitando sus pañuelos para saludar a la Madre del Valle.
Luego, la Procesión continuó por calle San Martín de regreso al centro, a paso muy lento hacia el punto de inicio de la manifestación de fe, y casi dos horas después de comenzar su recorrido, la cabeza de la columna llegó nuevamente a la plaza principal, la que rodeó también para volver al Paseo de la Fe, donde Mons. Urbanc presidió la Misa de cierre y brindó su discurso final (ver página 2).
Durante todo el recorrido se multiplicaron las muestras de emoción en los rostros de los fieles devotos, que no ocultaron sus lágrimas ante la presencia de la Virgen protectora del Noroeste argentino, y Santa Patrona de nuestra provincia.
Por su parte, Monseñor Julio Quiroga del Pino dio lectura al decreto de apertura del Año de la Misericordia, establecido por el Papa Francisco.
Ya cuando comenzaba a anochecer en la ciudad de Catamarca y con amenaza de tormenta en el horizonte, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y se procedió al arriamiento del Pabellón Nacional, como último acto para el cierre de las Festividades de este año, despidiendo a los miles de visitantes que emprendían el regreso a sus pueblos y ciudades, con el compromiso de renovar la fe en la Madre del Valle.

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