EL DENUNCIADO HABÍA SIDO DETENIDO, IMPUTADO E IBA A SER SOMETIDO A LA AUDIENCIA DE PRISIÓN PREVENTIVA
El jueves el joven fue dejado en libertad por orden de la Justicia, porque la adolescente de 15 años admitió que la relación sexual fue consentida.
Una adolescente de 15 años que había denunciado que un joven de 20 la había abusado sexualmente durante una fiesta terminó admitiendo que mintió porque su familia tenía un enfrentamiento con el denunciado.
El hecho había ocurrido en octubre pasado en Corral Quemado, Belén, pero la menor recién lo había denunciado en diciembre.
En este sentido, el denunciado había sido arrestado, pasado a calidad de detenido e imputado por el delito de abuso sexual. Incluso el jueves pasado iba a ser sometido a la audiencia de prisión preventiva y en caso de otorgársela iba a terminar siendo trasladado al Servicio Penitenciario provincial, a la espera del juicio por el hecho.
Sin embargo la adolescente admitió ante el fiscal Jorge Flores que lo había denunciado por orden de su familia, ya que parte de los integrantes de ésta habían tenido enfrentamientos con él.
En este contexto, se tomaron más declaraciones en la fiscalía y se le remitió al juez de Control de Garantías, justo en el momento de la audiencia en el que tenía que definir la prisión preventiva.
Así, el magistrado terminó no haciendo lugar a la medida, al observar que la víctima revirtió su declaración. A eso se le sumó el testimonio de una amiga de ella, que corroboraba que todo era una falsa denuncia.
El joven finalmente fue dejado en libertad, luego de que se diluyeran las pruebas en su contra con los nuevos elementos de prueba, entre ellos nuevos testimonios, que demostraron que el hecho no había ocurrido tal cual lo había manifestado la adolescente en un primer momento.
El enfrentamiento nació porque familiares del acusado y éste habían tenido un altercado y algún otro tipo de inconveniente en la calle y se habían agredido, y continuamente hostigaban al joven.
Entonces, cuando el fiscal volvió a citar a la adolescente y habló con ella, le hizo notar la gravedad de lo que sucedería con el joven si ella no decía la verdad. Allí, ella modificó su declaración y quedó desvirtuada su denuncia. Ella justificó que estaba ebria y que terminó consintiendo la relación sexual de aquél día, abonando a los primeros dichos sobre que ambos eran novios.
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