Acompañamiento. mucha gente siguió de cerca el homenaje.
La ciudadanía de Belén vivió ayer una jornada plena de emoción al recibir los restos de Luis Franco, una de las más prodigiosa plumas de la Argentina y del continente, según reflejan distintos especialistas.
A las 11.15 aterrizó, en el aeródromo de Londres, el avión de la Provincia que transportó el féretro junto al hijo del escritor, Leopoldo Luis "Lito", su esposa y sus tres hijos, además de la secretaria de Cultura provincial, Claudia Ferreyra, y el escritor y crítico argentino Carlos Penelas. Un nutrido grupo de personas se dio cita en el lugar para presenciar el momento considerado histórico para la cultura departamental, como fue la repatriación de quien fuera una devoto amante de sus costumbres y distintivos elementos de la naturaleza de Belén, como fue Franco.
Al abrirse la puerta del avión, descendió "Lito" Franco con los ojos llenos de lágrimas, para fundirse en un largo abrazo con uno de sus parientes de Belén. Hasta el avión se acercaron otros familiares, así como autoridades provinciales y municipales y gente de la cultura catamarqueña que quiso presenciar el momento del arribo de los restos del célebre escritor.
Luego, el coche fúnebre que transportó el féretro y una larga fila de autos llegó hasta la entrada de la cabecera departamental belicha, donde en un carro tradicional fue depositado el cajón, justo frente de la vivienda que perteneciera al notable hombre de letras. Allí, chicos de una escuela cercana saludaron el paso del cortejo que iba encabezado por un grupo de gauchos a caballo.
La caravana se trasladó al cementerio local por calles principales de la ciudad, por donde vecinos y contingentes escolares se pararon a los costados de las arterias y con aplausos honraron la memoria de su gran escritor.
En la necrópolis se desarrolló un acto en el que se dieron cita las autoridades provinciales, encabezadas por el gobernador Eduardo Brizuela del Moral, autoridades y concejales del municipio de Belén, y un nutrido número de senadores y diputados provinciales. Frente a la tumba especialmente construida también se convocaron escritores catamarqueños y belichos, contingentes escolares y vecinos que escucharon atentamente a los oradores que hablaron para destacar el gran acontecimiento que significó el regreso de Luis Franco.
La lista de oradores comenzó con Felicidad Carreras, una vecina de la localidad que expresó el sentimiento que embargaba a los amantes de la cultura catamarqueña. También habló el escritor Carlos Penelas, quien en breve discurso reflejó la gran estatura literaria que ostentó el catamarqueño.
Luego fue el turno del hijo de Franco que, emocionado, agradeció a todos los que hicieron posible que su padre descanse para siempre entre los cerros que lo vieron nacer. "Ahora es de ustedes, espero que lo respeten y lo lean", dijo el hombre que también dijo que desde que murió, los restos del escritor permanecieron más de 20 años en un sótano del cementerio de La Chacarita, por lo que apeló a "la política" para que volvieran a reposar en su tierra.
A continuación, la secretaria de Cultura, Claudia Ferreyra, destacó la importancia de la iniciativa que se plasmaba en ese momento. Por último, Brizuela del Moral recordó que cuando fue rector de la Universidad Nacional de Catamarca propuso que se le otorgara el título de Profesor Honorario a Luis Franco. Eso fue en 1987, año en el que pudo mantener con aquél una larga y rica charla.
Luego se descubrieron placas y colocaron ofrendas florales de distintas instituciones, para dar paso a la colocación definitiva del féretro en el nicho que lo resguardará para siempre. A esa ceremonia se sumó el coplero "Chato" Bazán que con su canto también rindió tributo al gran escritor.
Asimismo, la Cámara de Diputados provincial realizó una histórica sesión en la ciudad de Belén, en homenaje a Luis Leopoldo Franco. Entre los temas tratados, se dio entrada a un proyecto para instaurar el 15 de noviembre, fecha del natalicio del escritor, como Día del Poeta Catamarqueño.
A las 11.15 aterrizó, en el aeródromo de Londres, el avión de la Provincia que transportó el féretro junto al hijo del escritor, Leopoldo Luis "Lito", su esposa y sus tres hijos, además de la secretaria de Cultura provincial, Claudia Ferreyra, y el escritor y crítico argentino Carlos Penelas. Un nutrido grupo de personas se dio cita en el lugar para presenciar el momento considerado histórico para la cultura departamental, como fue la repatriación de quien fuera una devoto amante de sus costumbres y distintivos elementos de la naturaleza de Belén, como fue Franco.
Al abrirse la puerta del avión, descendió "Lito" Franco con los ojos llenos de lágrimas, para fundirse en un largo abrazo con uno de sus parientes de Belén. Hasta el avión se acercaron otros familiares, así como autoridades provinciales y municipales y gente de la cultura catamarqueña que quiso presenciar el momento del arribo de los restos del célebre escritor.
Luego, el coche fúnebre que transportó el féretro y una larga fila de autos llegó hasta la entrada de la cabecera departamental belicha, donde en un carro tradicional fue depositado el cajón, justo frente de la vivienda que perteneciera al notable hombre de letras. Allí, chicos de una escuela cercana saludaron el paso del cortejo que iba encabezado por un grupo de gauchos a caballo.
La caravana se trasladó al cementerio local por calles principales de la ciudad, por donde vecinos y contingentes escolares se pararon a los costados de las arterias y con aplausos honraron la memoria de su gran escritor.
En la necrópolis se desarrolló un acto en el que se dieron cita las autoridades provinciales, encabezadas por el gobernador Eduardo Brizuela del Moral, autoridades y concejales del municipio de Belén, y un nutrido número de senadores y diputados provinciales. Frente a la tumba especialmente construida también se convocaron escritores catamarqueños y belichos, contingentes escolares y vecinos que escucharon atentamente a los oradores que hablaron para destacar el gran acontecimiento que significó el regreso de Luis Franco.
La lista de oradores comenzó con Felicidad Carreras, una vecina de la localidad que expresó el sentimiento que embargaba a los amantes de la cultura catamarqueña. También habló el escritor Carlos Penelas, quien en breve discurso reflejó la gran estatura literaria que ostentó el catamarqueño.
Luego fue el turno del hijo de Franco que, emocionado, agradeció a todos los que hicieron posible que su padre descanse para siempre entre los cerros que lo vieron nacer. "Ahora es de ustedes, espero que lo respeten y lo lean", dijo el hombre que también dijo que desde que murió, los restos del escritor permanecieron más de 20 años en un sótano del cementerio de La Chacarita, por lo que apeló a "la política" para que volvieran a reposar en su tierra.
A continuación, la secretaria de Cultura, Claudia Ferreyra, destacó la importancia de la iniciativa que se plasmaba en ese momento. Por último, Brizuela del Moral recordó que cuando fue rector de la Universidad Nacional de Catamarca propuso que se le otorgara el título de Profesor Honorario a Luis Franco. Eso fue en 1987, año en el que pudo mantener con aquél una larga y rica charla.
Luego se descubrieron placas y colocaron ofrendas florales de distintas instituciones, para dar paso a la colocación definitiva del féretro en el nicho que lo resguardará para siempre. A esa ceremonia se sumó el coplero "Chato" Bazán que con su canto también rindió tributo al gran escritor.
Asimismo, la Cámara de Diputados provincial realizó una histórica sesión en la ciudad de Belén, en homenaje a Luis Leopoldo Franco. Entre los temas tratados, se dio entrada a un proyecto para instaurar el 15 de noviembre, fecha del natalicio del escritor, como Día del Poeta Catamarqueño.
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