martes, 2 de septiembre de 2014

Encapuchados tuvieron cautiva a una joven embarazada en el departamento Belén

La víctima estuvo todo el tiempo con los ojos vendados, por lo que no pudo ver a sus captores ni el lugar adonde la llevaron. La investigación está a cargo del fiscal de Belén, Jorge Flores.
 Comisaria de Belén.
Comisaria de Belén. 
 Una joven de 23 años y su pareja de 20 vivieron una verdadera pesadilla el fin de semana, cuando fue secuestrada de su casa y mantenida en cautiverio por más de 24 horas. La víctima cursa un embarazo de cinco meses y ayer permanecía internada en el hospital zonal de Belén, aun cuando en principio la vida del bebé no corría peligro.

El hecho que conmocionó a la tranquila comunidad de Belén, ocurrió el viernes después de las 21.00, aunque la policía local tomó conocimiento recién al día siguiente, es decir el sábado a las 11.00, cuando su pareja, quien se desempeña en la mina de Farallón Negro, se presentó en la comisaría y contó el secuestro de su mujer.

Fuentes policiales y judiciales consultadas por LA UNION informaron que de acuerdo con el relato de la víctima, de quien se reservan los datos personales, el viernes último alrededor de las 21.00, en circunstancias de encontrarse viendo televisión en su casa del barrio Alto Verde, tres sujetos encapuchados ingresaron a su domicilio, dos de ellos por la ventana y un tercero por la puerta de acceso principal, la cual estaba sin seguridad.

Con violencia y amenazas, los sujetos le cubrieron los ojos y la obligaron a que los acompañara. Afuera de la casa los aguardaba un vehículo -según recordó, escuchó el ruido del motor encendido-, al cual la obligaron a abordar para luego marcharse. Como durante todo el tiempo sus captores la tuvieron con los ojos vendados, no logró recordar en qué lugar la tuvieron cautiva desde el viernes por la noche hasta el sábado por la tarde noche cuando la abandonaron, sin pedir dinero a cambio, en la ruta provincial Nº 46 a la altura de la localidad de La Puntilla.

Aviso

Según contaron voceros de la causa, el viernes a la hora mencionada, la pareja de la joven secuestrada, de apellido Saracho, recibió varios mensajes de texto a su teléfono celular manifestando que su pareja estaba secuestrada.

Asimismo, según declaró ante la Justicia, recibió un mensaje enviado desde el celular de su pareja en el que le decía que la tenían cautiva. Como se encontraba trabajando en la mina -según hizo constar posteriormente en la denuncia-, esperó hasta el sábado cuando salió de trabajar para avisar a la policía. Inmediatamente los efectivos informaron a la Fiscalía local, desde donde se impartieron las primeras directivas.

Mientras la joven era buscada en distintos domicilios, en horas de la tarde noche Saracho recibió un nuevo mensaje de texto en el que le decían que se dirigiera a La Puntilla, que allí dejarían a su pareja.
Inmediatamente, el hombre viajó junto con la policía en vehículos particulares, y al llegar la encontraron deambulando en la ruta en estado de shock y la trasladaron rápidamente al hospital.

Horas después, la víctima contó que la llevaron a bordo de una camioneta F100, y que durante el tiempo que estuvo cautiva fue agredida con golpes de puños en el vientre y patadas en las piernas.

Con el celular

Otro detalle que llamó la atención de los investigadores fue que la víctima, quien dijo que estuvo cautiva y con los ojos vendados por casi 24 horas, tenía consigo su celular al momento de ser liberada por sus captores en La Puntilla. Consultada sobre tal situación, no supo explicar por qué no se lo quitaron.

¿Secuestro o venganza?

El confuso episodio, que es investigado por el fiscal Jorge Flores, tiene aún varios cabos sueltos para los investigadores. Si bien todo hace presumir que la joven estuvo cautiva por tres desconocidos, en ningún momento sus captores le pidieron dinero a su pareja para su liberación. Sin embargo, trascendió que Saracho recibió en su celular un mensaje de texto en el que daba cuenta que el secuestro de su pareja era en venganza hacia él, aun cuando el hombre no habría explicado el porqué de la venganza.

Tras el rescate, la Justicia ordenó a la policía el secuestro de ambos celulares, y citó a familiares y amigos de la pareja para tomarle declaración, con el propósito de obtener datos que permitan esclarecer el confuso hecho que causó temor entre los belichos.

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