Una verdadera fiesta de bienvenida se vivió días atrás en el departamento Belén, luego de que los feligreses participaran del acto por el cual el padre Víctor Hugo Vizcarra se hacía cargo la parroquia de Nuestra Señora de Belén.
La recepción por parte de los vecinos belichos comenzó con una caravana, desde el barrio Luis Franco hasta las puertas de la iglesia, donde jóvenes, niños y familias le mostraron su afecto al cura párroco. En la oportunidad, el intendente, José Arnoldo Avila, junto con su esposa Clara Rosa Vega de Avila, en un breve acto protocolar y mediante la ordenanza 007/14, declaraba de Interés Municipal la llegada del nuevo cura párroco, quien estará a cargo del santuario a partir desde el 2 de marzo 2014 por hasta el 2020.
Luego de esto, el nuevo párroco ingresó y tomó gracias del Señor de los Milagros y de nuestra Señora de Belén.
Posteriormente, y con la presencia del Obispo Luis Urbanc, se leyó el decreto que ponía en funciones al nuevo cura párroco. Allí, María Miranda de Vivero, integrante de la comisión de la capilla de San Cayetano, sobre la llegada del nuevo párroco indicó: “Estamos llenos de alegría y con emoción desbordante, abrimos nuestro corazón y nuestros brazos elevando a Dios y a la Virgen nuestras súplicas para que concedan a nuestro pastor el espíritu de consejo y fortaleza de ciencia y de piedad, para guiar fielmente a este pueblo”.
Terminada la celebración de la misa, la cual contó con la presencia de algunos curas pertenecientes al Decanato del Oeste, se compartió una cena de bienvenida a la canasta.
En la oportunidad, el presbítero Víctor Hugo Vizcarra expresó: “Para mí es una alegría muy grande y también un desafío muy grande tener una parroquia con tanta tradición, con tanta organización, que es venerable en la Diócesis de Catamarca”. “Solamente venir a estar en disponibilidad para lo que uno como sacerdote le sea útil a la gente, y pedirle a la comunidad primero oración por los tres que vamos a estar en la Parroquia, y colaboración”, agregó.
Asimismo, mencionó: “Venimos a compartir lo que tenemos y a aprender del pueblo de Belén, porque tiene mucha riqueza de fe, mucha piedad, y también los curas aprendemos de la gente. Solamente estar en las manos de Dios junto con la gente para poder disfrutar el Amor de Dios, como la está enseñando el Papa de una manera tan sencilla, tan profunda, es lo más importante”.
Finalmente, Vizcarra se refirió al recibimiento del pueblo, y sostuvo: “La verdad que fue apabullante ver a la gente bajo la lluvia y el frío, ver a los chicos, los grandes, gente no solamente de la ciudad de Belén, sino gente que vino de los pueblos, y eso se siente sobrecogido en la expresión de fe, porque no era a mí a quien recibían sino querían recibir a Aquel que es quien nos salva, que es el Señor”.
Luego de esto, el nuevo párroco ingresó y tomó gracias del Señor de los Milagros y de nuestra Señora de Belén.
Posteriormente, y con la presencia del Obispo Luis Urbanc, se leyó el decreto que ponía en funciones al nuevo cura párroco. Allí, María Miranda de Vivero, integrante de la comisión de la capilla de San Cayetano, sobre la llegada del nuevo párroco indicó: “Estamos llenos de alegría y con emoción desbordante, abrimos nuestro corazón y nuestros brazos elevando a Dios y a la Virgen nuestras súplicas para que concedan a nuestro pastor el espíritu de consejo y fortaleza de ciencia y de piedad, para guiar fielmente a este pueblo”.
Terminada la celebración de la misa, la cual contó con la presencia de algunos curas pertenecientes al Decanato del Oeste, se compartió una cena de bienvenida a la canasta.
En la oportunidad, el presbítero Víctor Hugo Vizcarra expresó: “Para mí es una alegría muy grande y también un desafío muy grande tener una parroquia con tanta tradición, con tanta organización, que es venerable en la Diócesis de Catamarca”. “Solamente venir a estar en disponibilidad para lo que uno como sacerdote le sea útil a la gente, y pedirle a la comunidad primero oración por los tres que vamos a estar en la Parroquia, y colaboración”, agregó.
Asimismo, mencionó: “Venimos a compartir lo que tenemos y a aprender del pueblo de Belén, porque tiene mucha riqueza de fe, mucha piedad, y también los curas aprendemos de la gente. Solamente estar en las manos de Dios junto con la gente para poder disfrutar el Amor de Dios, como la está enseñando el Papa de una manera tan sencilla, tan profunda, es lo más importante”.
Finalmente, Vizcarra se refirió al recibimiento del pueblo, y sostuvo: “La verdad que fue apabullante ver a la gente bajo la lluvia y el frío, ver a los chicos, los grandes, gente no solamente de la ciudad de Belén, sino gente que vino de los pueblos, y eso se siente sobrecogido en la expresión de fe, porque no era a mí a quien recibían sino querían recibir a Aquel que es quien nos salva, que es el Señor”.
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