ABUSOS SEXUALES ECLESIÁSTICOS
El Tribunal apartó a Gustavo Martínez Azar por "abandono de defensa". El debate fue reprogramado para el martes 20.
Inesperado fue lo que ocurrió ayer a la mañana en el edificio de la Cámara Penal N° 3. Cuando estaba todo preparado para comenzar a juzgar al sacerdote Juan de Dios Gutiérrez, su abogado defensor, Gustavo Martínez Azar, realizó un planteo por escrito en el que se negaba a estar en la sala por temor a contagiarse de COVID-19 y manifestó que seguiría la audiencia de manera remota desde el Colegio de Abogados. Nunca se conectó y los jueces, luego de más de dos horas de espera, dispusieron la suspensión del juicio por "abandono de defensa".
Los jueces Patricia Olmi, César Marcelo Soria y Jorge Palacios fijaron como nueva fecha de juicio, el martes 20, hasta que el imputado Gutiérrez cuente con nuevo defensor o defensora. Hasta anoche no había designado un abogado particular por lo que sería asesorado por un defensor oficial. Con gran expectativa, un centenar de integrantes de organizaciones sociales se había dado cita frente al edificio de calle San Martín al 300. Esto motivó que la calle estuviera cortada. Los datos de lo que ocurría en la sala de audiencias se conocían a cuentagotas, porque al tratarse de un delito de instancia privada, el debate estaba previsto que se realizara a puertas cerradas y bajo la modalidad virtual.
Todos estaban preparados. En la Cámara Penal estaban la víctima, junto a su madre y a su hermana, quienes desde horas tempranas habían comparecido para declarar como testigos. El imputado Gutiérrez, los jueces y el fiscal de Cámara, Miguel Mauvecín. Silvia Barrientos, la abogada de la querella, estaba conectada desde un estudio jurídico. Solamente faltaba Martínez Azar, quien presentó un escrito para justificar que no estaría en la sala y que se conectaría desde una computadora en el Colegio de Abogados.
“Nunca me llegó el código para conectarme, estuve dos horas en el Colegio esperando. Nunca abandoné la defensa, planteo una situación razonable. No entiendo por qué me obligan a entrar a una sala que está contaminada", manifestó horas más tarde a un medio radial.
Las declaraciones de Martínez Azar guardan relación con lo ocurrido cuando el Tribunal suspendió el comienzo del juicio por un caso de COVID 19. Esto fue el 16 de marzo, a casi un mes de la nueva fecha de juicio.
Para el martes
La voz oficial que puso en conocimiento que no comenzaría el debate fue la del secretario de la Cámara, Carlos Robledo, quien anunció que el debate estaba suspendido "porque no ha comparecido la defensa, ni a la sala de audiencia, ni a los lugares que había propuesto".
La suspensión provocó indignación y bronca en el círculo íntimo de la víctima.
La primera en manifestarse fue la abogada Barrientos, que calificó de "berrinche" el accionar de su colega y dijo que "es un papelón nacional". "Es incoherente, él en todo momento pidió la presencialidad y salió con esto", señaló. "No entendemos, es inexplicable, es un abandono en una causa tan importante, tan reclamada para la sociedad y que abandonen al imputado en esta circunstancia, no tiene explicación", expresó Barrientos.
Es la segunda vez que debe postergarse el inicio del debate oral contra el sacerdote oriundo de Belén. La primera oportunidad había sido el 16 de marzo cuando se paró la actividad en la Cámara Penal por un caso positivo de COVID-19. El hecho que debería haberse comenzado a juzgar es de septiembre de 2015. La víctima aguardó más de 5 años y medio por el juicio. ¿El martes finalizará esa espera?
La voz oficial que puso en conocimiento que no comenzaría el debate fue la del secretario de la Cámara, Carlos Robledo, quien anunció que el debate estaba suspendido "porque no ha comparecido la defensa, ni a la sala de audiencia, ni a los lugares que había propuesto".
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