Murió joven al estrellarse con su moto contra un camión estacionado

La víctima regresaba junto con una amiga de bailar en un boliche de la zona. La ausencia del casco de uso obligatorio le provocó severas lesiones que desencadenaron en su muerte. En tanto, su amiga está muy grave.

Belén (C) - Una salida de amigas terminó en una tragedia. El pasaporte a la muerte fue viajar en moto sin llevar colocado el casco de uso obligatorio y conducir a 90 kilómetros por hora en una zona suburbana, donde la Ley N 24449 prevé una velocidad de 60 kilómetros. La negra estadística de víctimas fallecidas en accidentes de tránsito trepó a 59, y en este caso el hecho ocurrió en el departamento Belén.
La tranquila comunidad del barrio La Puntilla, distante aproximadamente a 8 kilómetros del centro de la ciudad de Belén, departamento de nombre homónimo, se despertó sobresaltada en la madrugada ayer. El sonido ensordecedor de las sirenas de la ambulancia y los móviles policiales presagiaban una tragedia.
A las 5.30 aproximadamente, Romina Elizabeth Reales (21) y Graciela Aybar (20), ambas domiciliadas en La Puntilla, viajaban a bordo de una motocicleta Kymco 110cc. gris por la ruta provincial, en el trayecto que une dicho barrio con la ciudad de Belén.
Las jóvenes regresaban a su domicilio luego de haber estado en el boliche, cuando una de ellas encontró la muerte.
Por razones que se tratan de establecer, Reales conducía el rodado por la mencionada ruta, cuando al ingresar al puente que pasa por sobre el río Belén impactó en forma violenta contra la parte posterior de un camión Mercedes Benz modelo 1518, dominio CDY 054 azul con volquete celeste.
Dicho rodado, conducido por Víctor Santiago Vilca (33), se encontraba estacionado sobre el puente en dirección oeste-este, es decir igual sentido en que circulaban las jovencitas.

Sin casco Como Reales no llevaba colocado el casco de uso reglamentario impactó de lleno con su rostro en la dura carrocería, golpe que le ocasionó severo traumatismo facial y craneal, lesiones que finalmente desencadenaron en su fallecimiento. En tanto que Graciela Aybar, quien iba como acompañante y quien tampoco usaba casco se precipitó a la calzada, resultando con graves lesiones en su cuerpo.
El siniestro vial fue informado casi de inmediato a la policía por el conductor del camión, quien describió el choque como “un fuerte reventón”.
Al arribar los uniformados lo hicieron casi en forma simultánea a las ambulancias, encontrándose con un dantesco cuadro. Tendidas sobre la superficie con los rostros ensangrentados estaban las dos jóvenes, quienes casi ni se movían. Rápidamente ambas fueron trasladadas por los profesionales al hospital zonal de la ciudad de Belén, pero a los pocos minutos y pese a los esfuerzos de los médicos, Romina Elizabeth Reales murió. Los profesionales lograron compensar a Aybar, pero como su estado de salud era grave decidieron derivarla a esta ciudad capital, ingresando después de media mañana al Hospital San Juan Bautista. Hasta el cierre de esta nota, la joven permanecía internada en muy grave estado de salud. Por otro lado, informado del deceso de la joven motociclista, la fiscal subrogante Alicia Castro de Mazzuco ordenó que el cuerpo le fuera entregado a los familiares, no siendo necesaria la realización de la autopsia.
Peritaje Paralelamente a ello, los efectivos de la comisaría departamental de Belén realizaban las tareas de rigor correspondiente en el escenario de la tragedia, desde donde luego trasladaron el camión, en cuya carrocería podía observarse el impacto de la moto, y dicho rodado, el cual presentaba daños casi totales en la parte anterior y el desprendimiento de las cachas delanteras.
En cuanto al propietario del camión, la Justicia ordenó su demora hata tanto se le recepcione su declaración sobre el luctuoso episodio.
Posibles causas Al inspeccionar el escenario de la tragedia, los investigadores plantearon algunas posibles causas sobre la base de los indicios allí recogidos. Según trascendió, el velocímetro de la motocicleta que era conducida por la joven fallecida, tras impactar contra el camión quedó “clavado” en 90 km/h, lo que hace presumir a los investigadores que momentos previos al hecho, la joven podría haber circulado a una velocidad superior a la permitida para el lugar. En la inspección, la policía halló debajo de la caja del camión uno de los calzados de las accidentadas, elemento del que se desprende también la violencia del impacto.
Por otro lado, la ausencia de huellas de frenadas en el lugar del hecho harían suponer que la joven no divisó el camión sino hasta que el accidente fue inevitable. De dicha presunción se desprende el interrogante para los investigadores de que si momentos previos al accidente el camión, que se encontraba estacionado sobre el puente -acción que no está permitida-, tenía encendidas las balizas y toda la luminaria que la ley exige que el conductor debe colocar si detiene la marcha sobre la calzada, con la finalidad de que el resto de los ocasionales vehículos que transiten por el sector adviertan su presencia en el lugar. Además, trascendió que donde ocurrió el fatal accidente carece prácticamente de luz artificial.