miércoles, 2 de abril de 2014

Vendieron a funcionario por altavoz del teléfono


14 - 05:55
Por Juan Carlos Andrada  (*) Diario La Unión
El administrador de Vialidad Provincial, José Solá Jais, se convirtió en empresario minero.  Pero el problema no es que tenga un emprendimiento privado, sino que utilice las máquinas y camiones del organismo para su provecho y el de un misterioso socio.
Así se desprende de los intereses que lo llevaron a Solá Jais a utilizar bienes del Estado cuando decidió tener su propio camino de acceso a una mina de piedra ónix que posee junto con otro empresario al que, como si fuera poco, también le compra materiales y le alquila máquinas.
Durante varios meses, hombres y vehículos del organismo que conduce Solá Jais permanecieron trabajando en el acceso a la mina que el devenido empresario minero hoy tiene en su pueblo natal, Belén. Las malas lenguas dicen que el funcionario sería uno de los candidatos a intendente en 2015.
Se trata de una mina de ónix que el titular de Vialidad Provincial tiene detrás de la escuela de El Cajón. Incluso se pidió permiso al director de ésta para dejar la maquinaria en ese lugar mientras se ejecutaban los trabajos viales "para beneficiar al establecimiento educativo"

Con y sin papeles
No estamos en contra del concepto de la “propiedad privada”. La denuncia puntual es el movimiento de recursos oficiales en torno al yacimiento de ónix y el vínculo del funcionario con su socio en este negocio de la piedra que, al mismo tiempo es un proveedor de Vialidad Provincial.
Si existe un emprendimiento común, Solá Jais no puede comprarle nada al dueño del corralón belicho, sencillamente porque hablamos del socio-propietario de la mina de ónix. El punto es que tras la obra vial, supuestamente para la escuela, ya se extrae piedra del polémico emprendimiento. Una cosa benefició sin querer a la otra.
Ahora, también es cierto que si no se tuvo ningún pudor en hacer el camino al yacimiento con fondos públicos, cualquiera puede sospechar de las compras y alquileres que Solá Jais hace -en representación del organismo- a esa misma persona.
Puede entenderse como “otro” negocio, paralelo al que tienen con la minería, por lo que sería difícil que alguien no sospechara de tráfico de influencia. Total, la compra y alquileres los efectuamos con papeles y “oficialmente”.

En casa de Carlitos “se vende gas oil”
Es un buen momento para explicar la compra de caños de cemento a dicho empresario, al mismo tiempo que se tiene parada la producción propia de Vialidad Provincial. Es decir que el organismo puede fabricar los caños, pero prefiere pagarlos el doble en un corralón de Belén.
También sería bueno conocer el criterio de la adquisición de bolsas de cemento para los badenes en la localidad de Villa Vil.  Se compraron a un precio superior en cantidades reducidas en el mencionado corralón cuando se estaban adquiriendo por mayor y a menos costo en Capital.
Villa Vil es todo un tema. El campamento de Vialidad es un rancho apuntalado con varas y horcones para 25 personas con un baño de 2X2 y por el que se paga $ 5.000 pesos por mes. Al margen del precio, el mismo administrador o cualquier ingeniero no se quedaría ni un día. Es solo para los empleados viales.
Hablando de negocios, el propio encargado, Carlos Castillo, vive en la Puerta de Corral Quemado y en la entrada de su casa tiene un cartel que dice: “Se vende gas oil y nafta”. Según algunos testigos, este señor retira 200 litros de combustible por día del campamento. ¿Y esto?

¿Qué hacía a esa  hora en la oficina?
Las cosas no están bien en Vialidad. Mientras en el taller no hay para comprar tornillos, en el campamento de Antofagasta de la Sierra hay maquinaria pesada alquilada ociosa desde hace meses. A $ 1.000 o $ 1.500 de costo por hora de alquiler (de hacer nada), haga cálculos al mes.
En Miraflores otro tanto. Cuatro camiones regadores para obras que tienen poco o ningún avance mientras corren las horas reloj que se deben pagar a empresas de renombre en la provincia.  Mientras se derrocha por un lado, por otro no hay para lo elemental.
Con este sistema es lógico encontrar no solo empresarios enriquecidos sino también funcionarios. Habría que hurgar también en la documentación de resoluciones de pago correlativas.
Solá Jais hasta habría discutido con personal de seguridad por entrar a las 3.00 a la oficina. El administrador de Vialidad dijo a quienes les impedían entrar fuera del horario de oficina que los iba a sumariar por contrariar una orden del jefe.

Berrondo, ¿amigo o enemigo?
Párrafo aparte para la relación que Solá Jais tiene con el personal de Vialidad. Los muchachos dicen que la soberbia del administrador llega al punto de ni siquiera saludar. “Nos trata como trapo de piso”, dijo un empleado vial a este medio.
Si bien la patronal con los obreros están en conciliación obligatoria, el secretario del gremio, Sergio Berrondo, que es oficialista y que no quería las medidas de fuerzas, cometió el error de poner en voz alta el teléfono cuando estaba con otros trabajadores viales mientras hablaba con Jais.
“Señor administrador, acá hay personal capacitado y gente con ganas de trabajar”, sostuvo Berrondo, a lo que Solá Jais contestó -no sabiendo que lo estaba escuchando un grupo de empleados- que solo había “vagos, inoperantes e inútiles”. El episodio es vox populi entre los viales.
Por esta razón es que la relación entre el ingeniero y los empleados va más allá de un incremento salarial. Sobre que no había buena comunicación, por descuido u obsecuencia Berrondo vendió y remató la cabeza del titular de Vialidad a sus compañeros.
En consecuencia, sin desconocer la expectativa por el aumento en los sueldos que vienen bastante deprimidos, va tomando fuerza la idea de sacar las máquinas y camiones para pedir que el actual administrador deje el cargo.

Por Juan  Carlos Andrada (De la Redacción del Diario LA UNION)
Para comunicarse: launionpolitica2014@gmail.com

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