PIDO PERDÓN… VIVÍ PARA MI FAMILIA” FUERON ALGUNAS DE LAS PALABRAS QUE PRONUNCIÓ MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ ANTES DE ESCUCHAR LA SENTENCIA. LUEGO, PERMANECIÓ SENTADO EN EL BANQUILLO DE LOS ACUSADOS DE LA CÁMARA PENAL DE SEGUNDA NOMINACIÓN. MINUTOS ANTES DEL MEDIODÍA, SU SUERTE YA ESTABA ECHADA. EL VEREDICTO FUE CLARO: CULPABLE. POR UNANIMIDAD, LOS JUECES JORGE ÁLVAREZ MORALES, RODOLFO BUSTAMANTE Y LUIS GUILLAMONDEGUI CONDENARON A MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ A PRISIÓN PERPETUA.
El 14 de mayo de 2017, en Londres, departamento Belén, le asestó 24 puñaladas a Cecilia Olima, su ex pareja y madre de sus cinco hijos. Rodríguez fue acusado de “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género”, delito que prevé como pena máxima: prisión perpetua. De esta manera, recién cumplidos 35 años de encierro, siempre y cuando los informes sean favorables, podría acceder a algún beneficio excarcelatorio, como la salida laboral o transitoria o la libertad condicional.
A las 10, la sala de audiencias de la Cámara Penal de Segunda Nominación estaba a pleno.
Familiares de Cecilia y representantes del Colectivo de Mujeres de Catamarca llegaron temprano para estar presentes al momento de conocer el veredicto. Habían pasado algunos minutos cuando se reanudó la audiencia. “En mi declaración no mentía para nada con lo que pasó. No puedo creer; no lo creo… Dicen que fueron 24 puñaladas. Perdí absolutamente todo. Estoy muy dolido con todo esto. Pido perdón… Viví para mi familia”, dijo Rodríguez, con una voz que apenas podía escucharse, al momento de expresar su última palabra. Luego fue todo silencio y una tensa calma. Solo se debía esperar.
Poco antes de las 12 se reanudó la audiencia. De acuerdo con la resolución, Rodríguez es “culpable como autor penalmente responsable del delito de ‘homicidio calificado por mediar una relación de pareja preexistente en concurso ideal con femicidio’” y como consecuencia se lo condenó a la pena de prisión perpetua. Al escuchar este veredicto, se escuchó entre el público presente una suerte de suspiro, como de alivio. Instantes después, al momento en que Rodríguez debía firmar el acta correspondiente, al grito de “Cecilia” se hizo sentir una fuerte respuesta: “¡Presente!”, con carteles que decían la leyenda “Justicia por Cecilia Olima”.
No hubo disturbios, solo lágrimas de emoción y abrazos entre los familiares de Cecilia. No había palabras para ese momento.
Permanecieron en la entrada de la Cámara hasta que vieron a Rodríguez, esposado, salir por la puerta y después subir a la combi que lo llevó, finalmente, al Servicio Penitenciario Provincial, en Miraflores.
OTRAS CONDENAS
En diciembre de 2012 quedó promulgada la Ley Nacional 26.791 que incorporó la figura del ‘femicidio’ –cuya pena es la prisión perpetua, la más alta- al Código Penal Argentino. Desde entonces, en Catamarca hubo varias condenas en consecuencia.
María Rita. El 19 de junio de 2014, los jueces Fernando Esteban, Fabricio Gershani Quesada y Rodrigo Morabito de la Cámara Penal de Primera Nominación sentaron un precedente importante al condenar a Francisco Andrés “El Negro la Carpa” Quiroga a la pena de prisión perpetua por el atroz crimen de María Rita Valdez. Se trató de la primera condena en el país por femicidio. La joven apareció muerta y desmembrada el 5 de marzo de 2013 en el Dique El Jumeal de la Capital. Hasta el día de hoy, el torso permanece desaparecido.
Keyla. Un año después, el 19 de junio de 2015, Manuel “Manolo” Hernández también recibió la pena máxima por el femicidio de Keyla Reinoso, una niña de 13 años. El asesinato fue cometido el 14 de diciembre de 2013 en Fiambalá, Tinogasta, y fue imputado por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal por cualquier vía” y "femicidio agravado por criminis causae”. Los jueces Jorge Álvarez Morales, Rodolfo Bustamante y Luis Guillamondegui de la Cámara Penal de Segunda Nominación también sentaron un gran precedente con este primer fallo en el país por un caso de femicidio "no íntimo”. Es decir que el autor no tenía ni tuvo una relación previa con la víctima, pero mostró su discriminación o desprecio por el género femenino.
Susana Aguilar y María Eugenia Rojas. Matías Damián “Bebe” Cano cumple doble condena por femicidio. El 29 de enero de 2013 mató a la psicóloga María Eugenia Rojas y el 31 de marzo de ese mismo año asesinó a Susana Aguilar. En diciembre de 2013 los jueces Jorge Palacios, Marcelo Soria y Patricia Olmi de la Cámara Penal de Tercera Nominación lo condenaron a perpetua por el femicidio de Susana Aguilar. El 12 de agosto de 2015 fue condenado, por segunda vez, a prisión perpetua por el femicidio de María Eugenia.
“Los familiares pensamos que le iban a dar los 10 años”
Luego de escuchar el veredicto, Teresita Rodríguez, tía materna de Cecilia Olima, no pudo contener las lágrimas de la emoción. Recién pasados unos minutos y tras salir de la sala de debates, en el pasillo, pudo respirar profundo y expresar algunas palabras. Todo quedó reducido a una expresión: satisfacción.
“Es lo que estábamos esperando”, aseguró, mientras una lágrima le brotaba y apenas esbozó en calma una sonrisa. Contó que la mamá de Cecilia estaba internada en Tinogasta y que sus hermanos no pudieron viajar. “Los familiares pensamos que le iban a dar los 10 años”, dijo en relación con el pedido de la defensa.
Teresita también comentó que los cinco hijos de Cecilia hoy están separados. “Hay dos chicos que están en Tinogasta, otros dos están en Londres y otro en el sur. La familia de él pedía la tenencia pero no sé en qué va a quedar esto. Nuestra familia también quiere tener a los chicos”, explicó.
Al final solo pudo expresar agradecimiento: “Agradezco a todos los que estuvieron acá con nosotros”.
Un fallo bien recibido por el colectivo feminista
Por su parte, María Carrizo, abogada feminista, comentó que quedaron satisfechas con la condena para Miguel Ángel Rodríguez pero esperarán los fundamentos para analizar detalladamente cada cuestión. Para María, crímenes como el de Cecilia Olima deben tener la mayor pena.
“Cecilia era un objeto. No era una persona (para Rodríguez). Su mandato de masculinidad se rompió por conductas que él consideró inapropiadas y que llevaron al crimen”, señaló. En este sentido, detalló que él quería que Cecilia estuviera en la casa, dedicada a los quehaceres domésticos y al cuidado de los hijos.
La pareja se había separado pocos meses antes del crimen. En ese ínterin hubo denuncias por parte de ella contra él por violencia. Si bien sobre Rodríguez había una orden de restricción para no acercarse a la madre de sus hijos, la había incumplido.
En el debate, que se prolongó por tres semanas, Rodríguez prefirió no declarar en un momento pero, casi al final de la ronda de testigos, pidió la palabra. Había recordado que la pareja vivía en casas separadas. Al hijo más pequeño –que vivía con su mamá- lo veía todos los días. “Él era muy cariñoso; teníamos una relación muy especial. Yo vivía para ellos; eran mi vida”, aseguró.
Sobre la mañana de la tragedia, recordó que se subió a su moto para ir a buscar a su hijo más pequeño, que estaba en la casa de Cecilia. “El niño me había comentado que su mamá se había ido a la casa de una vecina, donde habían estado la noche anterior en un cumpleaños. Le preparé un té. Le dije que lo iba a llevar a un asado y se puso contento”, precisó.
Luego, interceptó a Cecilia en la calle y le preguntó si podía llevarla a la casa. Ella le contestó que sí y le pidió que la acercara a un lugar; él la llevó. Juntos fueron hasta un oratorio pero la puerta estaba cerrada. En ese momento Rodríguez le preguntó por qué la hija había llegado llorando a la casa la noche anterior, luego de haber estado en la fiesta. “Le seguí reclamando por el changuito. ‘Hagamos las cosas bien’, le dije”, recordó. Después se produjo la tragedia.
Para María, los femicidios “son crímenes de poder”. Remarcó que Cecilia se encontraba en una situación de desigualdad respecto a su ex pareja.
Fuente El Ancasti
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