martes, 8 de mayo de 2018

Crudo testimonio: “Después de la última puñalada, le pude ver las tripas”

JUICIO POR EL FEMICIDIO DE CECILIA OLIMA

Ayer comenzó el debate por el femicidio de Cecilia Olima, asesinada el año pasado en Londres, Belén.

Los testigos recordaron claramente lo ocurrido el año pasado.
Crudo testimonio: “Después de la  última puñalada, le pude ver las tripas”
Los testigos recordaron claramente lo ocurrido el año pasado.
Comenzó a ser juzgado ayer en la Cámara Penal Nº2 Miguel Rodríguez, acusado de asesinar de 24 puñaladas a su expareja, Cecilia Olima, en Londres, Belén, el pasado 14 de mayo.
En la primera jornada, luego de que el imputado se abstuviera de declarar, se escucharon las voces de tres testigos, pero la que más se destacó fue la de una mujer que presenció el momento en que el hombre apuñaló brutalmente a la madre de 5 niños antes de darse a la fuga.
“Después de la última puñalada, le pude ver las tripas”, expresó Monserrat Soria como parte de un crudo relato sobre lo que ocurrió en momentos en que ella, según aseguró, se encontraba regando plantas.
Soria relató que en un primer momento vio a la pareja discutiendo y luego vio la agresión, pero en todo momento pensó que el hombre le propinaba golpes de puño, ya que desde donde se encontraba no pudo distinguir el puñal.
De todas maneras, la mujer se acercó con un palo a tratar de defender a Cecilia, que yacía en el suelo. A su vez recordó que Rodríguez, tras darle la última estocada, se fue y tiró algo en un descampado -lo que terminó siendo el arma letal-.
Soria contó que Cecilia hablaba “muy bajito”, pero alcanzó a decirle que la ayude, no la deje sola y que cierre con llave, ya que tenía miedo de que Rodríguez regrese.
Luego del estremecedor testimonio de la testigo principal, desfilaron dos policías que actuaron en el lugar luego de los hechos, y quienes dieron captura al femicida.
Un efectivo policial de apellido Díaz recordó que respondió al llamado de Soria y alcanzó a hablar con la víctima, quien con su último aliento le dijo el nombre y apellido de su agresor.
El policía vio a la mujer ensangrentada en el piso y, además de procurarle asistencia médica, convocó a su compañero de apellido Pereyra, con quienes fueron a buscar al sospechoso.
Según el relato de ambos, al llegar a la casa del ahora imputado, les abrió la puerta el hermano de éste, quien les dijo que se encontraba en el patio de la casa y se entregaría, pero al ver a los uniformados, Rodríguez saltó una verja y trató de escapar.
Entre el momento del hecho y en el que fue aprehendido, el hombre se había colocado una campera para ocultar las grandes manchas de sangre que tenía en la camisa, recordaron.
En el día de la fecha se espera la  presencia de seis testigos más, entre ellos el médico de policía, un psiquiatra que evaluó al imputado y vecinos.
Estos últimos podrían dar testimonio de episodios previos de violencia de género a los que Ceciluia fue sometida por el hombre, motivo por el que pesaba sobre él una restricción de  acercamiento al momento del femicidio.
Se espera que el debate continúe durante esta semana, presidido por los jueces Jorge Álvarez Morales, Rodolfo Bustamante y Luis Guillamondegui, con la representación del Ministerio Público Fiscal a cargo de Gustavo Bergesio.
Rodríguez es defendido por Guillermo  Narváez.

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