En números redondos, hablamos de 350 mil pesos mensuales (doscientos mil en negro y 150 mil blanqueado en su sueldo) para el legislador peronista de uno de los departamentos más importante del oeste catamarqueño y al que no se le conoce proyecto productivo alguno, o una sola idea para salir de la crisis económica o que genere futuro a los jóvenes. Solá Jais se ha limitado a la obsecuencia y a reforzar el discurso oficial sin resultados en la práctica.
350 mil pesos por 12 meses, quiere decir que Solá Jais embolsará 4,2 millones de pesos solo en un año. Carísimo nos cuesta el exfuncionario corpaccista y actual senador. Si multiplicamos 4,2 millones por 4 años, nos da la friolera cifra de 16,8 millones, una locura de inversión en el dirigente belicho cuyos objetivos permanecen desdibujados por la tarea insulsa que desempeña en la Legislatura provincial.
O sea, para ponerlo con números completos: $350.000 mensual, $4.200.000 anuales y $16.800.000 en cuatro años, que es lo que dura su mandato. Es mucha plata para tirarla en un momento en que tanta falta hace por la emergencia sanitaria y económica. Con ese sueldazo, Solá Jais debería matarse trabajando día y noche para justificar la inversión que hace la sociedad catamarqueña en mantenerlo. ¿Desde cuándo el ingeniero vive de las arcas del Estado?.
Políticos ricos y pueblo pobre. Cada departamento sacará sus conclusiones con estos números, pues los senadores ganan más o menos lo mismo. Poco más, o poco menos de 4 millones, solamente este año. Caro con relación al producto. Se supone que lo caro implica lo bueno. Aquí es a la inversa, muy caro y malo, de pésima calidad institucional. De hecho, huele a estafa. Indudablemente es un tipo de estafas.
Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Aconquija
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