Grande fue la sorpresa de vecinos luego de que el lunes, pasadas las 21.00, un turista estadounidense filmó una imagen de Jesucristo crucificado, donde afirma, brotaba sangre de sus llagas.
Recorriendo el Museo Sacro de la Parroquia Nuestra Señora de Belén, como parte de su visita, los turistas se acercaron a la imagen para tomar gracias antes de retirarse; sin embargo, inmensa fue la sorpresa cuando al aproximarse a la misma notaron que algo brilloso salía de su cuerpo, líquido que al parecer era agua, mientras que de su brazo izquierdo fluía sangre.
Luego de filmar la escena, llamaron a los vecinos del lugar y comunicaron posteriormente a la Comisión de Investigación Histórica, que preside el señor Carlos Torrente, y las autoridades eclesiásticas.
El hecho provocó gran conmoción para la ciudadanía belicha, ya que el museo estuvo repleto de personas que entraban y salían desde el mismo momento que se enteraron, además de filmar y sacar fotos.
A simple vista, es un Cristo de bronce, pero al acercarse se puede observar esta manifestación aunque no sea externa, sino interna.
Este antiquísimo Cristo en la cruz, donde muchísimo tiempo estuvo en el altar mayor y fue derrumbado por modificaciones en el año 1965, fue descubierto en este museo de forma providencial, y desde entonces está a la vista de todos.
Cabe destacar que en el museo se encuentran, además, todo tipo de mantos, pianos, y elementos utilizados por la iglesia en años anteriores y recuperados por la Comisión de Investigación Histórica.
A partir de ahora, solo falta la investigación científica y conocer la postura de la Iglesia sobre este hecho, y el de la Capilla San Cayetano (ver aparte), manifestaciones que tienen en vilo a aquellos que creen y no, considerando que la controversia y la fe se conjugan en este departamento netamente religioso.
Este segundo “hecho de manifestación”, según lo denominan los vecinos, habría sido descubierto en una imagen de Cristo, ubicado en el altar mayor de la capilla, cerca de las 21.30, cuando la encargada del lugar procedía a cerrarla.
Dionisia Ramos abre y cierra las puertas de la capilla todos los días; no obstante, este martes notó algo extraño en la imagen de Cristo, observando que de sus llagas fluía sangre.
Según palabras de la mujer, al regresar del Museo Sacro -a donde asistió para observar lo que estaba sucediendo- entró a la Capilla y, luego de realizar sus oraciones al Santísimo, se acercó a tomar gracias, fue entonces cuando observó que de las heridas caía sangre.
“Salí de allí y me encontré con una vecina del lugar, le conté lo sucedido e ingresamos juntas de nuevo”, señaló.
Al retirase a su casa y tras comentar lo sucedido a sus familiares, totalmente extrañada, Ramos regresó a las Capilla y comunicó el hecho a las autoridades de la Comisión. Mientras, las puertas volvieron a abrirse hasta altas horas de la madrugada, considerando la visita de jóvenes y adultos al lugar.
“Tomé lo sucedido como un mensaje para que todos estemos unidos, porque en Belén están sucediendo muchas cosas malas”, declaró Ramos, tras agradecer a Dios por lo que pudo ver.
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