ABUSOS SEXUALES ECLESIÁSTICOS
El máximo tribunal rechazó el recurso de casación presentado por la defensa de Moisés Pachado.
La Corte de Justicia consideró que fue mal concedido el recurso de casación interpuesto por la defensa del religioso Moisés Pachado, quien está imputado por dos hechos de abuso sexual cometido entre los años 1997 y 2000.
El fallo del máximo tribunal local se conoció ayer a la mañana luego que fueran notificados la defensa ejercida por el abogado Roberto Mazzucco y a la querella que tiene como letrado a Sebastián Ibáñez.
El Ancasti tuvo acceso a la resolución dictada por los jueces Miguel Figueroa Vicario, Vilma Molina, José Ricardo Cáceres, Raúl Cipitelli, Hernán Martel, Fabiana Gómez y la subrogante Patricia Olmi. En el documento el tribunal no analiza si es que los hechos que se le endilgan al sacerdote están prescriptos, sino que se detiene en una cuestión técnica, por la que el recurso no debería haber sido admitido por la Cámara de Apelaciones.
En noviembre, Apelaciones había rechazado en forma unánime el pedido de prescripción de la defensa, tras lo cual la defensa técnica de Pachado casó la sentencia y el expediente fue elevado a la Corte de Justicia. “La resolución impugnada no cierra el proceso sino que implica su continuación, por lo que no constituye sentencia definitiva”, es el argumento esgrimido por los jueces.
Tras esta resolución, la defensa hizo reserva de recurrir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación por lo que se espera una nueva instancia.
En la presentación realizada por Mazzucco señaló que su cliente debía ser sobreseído por que la causa estaba prescripta y que no debía tenerse en cuenta lo previsto por la ley Piazza, que fue sancionada en el 2011 y que establece que la prescripción debe correr de que la víctima de abuso sexual cumpliera los 18 años y no desde la fecha en que ocurrieron los abusos. La defensa advirtió que los hechos que se le imputan ocurrieron con anterioridad a la sanción de esa ley.
Cómo sigue
Primero está pendiente la posibilidad de que el abogado de Pachado presente un recurso extraordinario. De no ser así, la causa tiene que regresar a Belén para que la fiscal Marina Villagra avance en la investigación y defina si va a solicitar la elevación a juicio o si pide el sobreseimiento del cura.
Desde la querella manifestaron que serán vitales la concreción de dos pruebas. Una es el careo entre la víctima y un sacerdote de apellido Olivera, a quien la joven le habría confesado los abusos. Olivera ya había sido citado en una oportunidad y no compareció. La otra medida es la realización de una pericia caligráfica a un diario íntimo de la damnificada en los que plasmó lo sucedido.
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