Ingrid Figueroa Cruz, de 30 años, denunció, primero en las redes sociales y después ante la Justicia, que en el año 1997, o sea hace 21 años y cuando tenía solamente 9 años, que fue abusada sexualmente, con acceso carnal, por el sacerdote Moisés Pachado, muy conocido y reconocido en Catamarca, particularmente en el Departamento Belén.
Según narró la joven denunciante, los hechos habrían ocurrido de la siguiente manera: “Un domingo, después de misa, él (Pachado), me pidió que me quedara a ayudarle a acomodar las cosas en la sacristía. Acepté y en eso vino por detrás y me besó. Después me llevó a su dormitorio, me obligó a practicarle sexo oral, me bajó el pantalón y tocó mis partes íntimas. Yo le pedía que no lo hiciera mientras lloraba”.
La denuncia pública generó una verdadera conmoción, especialmente en la zona donde habrían ocurrido los hechos, es decir en la localidad de Hualfín, en el Departamento Belén.
También, y ello ocurrió en las últimas horas, se conoció un comunicado de comunidades de pueblos originarios de la Puna catamarqueña, en relación a este caso, condenando lo que habría ocurrido con la joven, pero también protestando por los atropellos sufridos por los originarios, y según denuncian, por parte, de la Familia Pachado.
En la mañana de este pasado martes, fue entrevistadoBernardo Gutiérrez, quien es Cacique de la Comunidad de La Angostura en el Departamento belén y se refirió a los mencionados temas.
Dijo Gutiérrez: “Tuvimos una asamblea en Carachi, en la Puna de Belén, en una comunidad indígena, y donde con otras comunidades, fuimos a repudiar. “
“Nosotros vimos que días atrás se había publicado en las redes sociales, que el cura Pachado había tenido actitudes muy graves con una joven cuando era niña, y nos pusimos alerta, porque tenemos hijas, y estamos muy tristes, tenemos un dolor profundo, por tratarse de un cura y por lo que habría hecho”
“Por ello, en Asamblea, decidimos apoyar a la joven víctima” “Ella dice haber estado amenazada para no hacer públicas tales cosas” dijo el cacique.
Recordemos que Pachado tenía mucha amistad con la familia de la joven.
Pero como decíamos antes, las comunidades indígenas, no solo se refieren a lo ocurrido con la joven, sino que van más allá, refiriéndose a la familia Pachado.
Dijo el Cacique Gutiérrez: “La gente fue prácticamente esclavizada por esa familia, sufrió tantísimas cosas, maltratos, amenazas, ser despojados de sus tierras, sin dejarlos mejorar, y así han vivido, por años y años.
“Es muy doloroso lo que ha ocurrido con los hermanos de la Puna”
“Ya no es tiempo para estar callados, para estar amenazados, nada tiene que estar tapado, todo debe hablarse”
Debemos dejar constancia, también, que las distintas comunidades que se reunieron en Asamblea, según dijo Bernardo Gutiérrez, emitieron un comunicado, que en su parte más sustancial dice:
“Las y los caciques de las comunidades indígenas de Corral Blanco, La Angostura, Laguna Blanca, Carachi, Aguas Calientes y Los Morteritos - Las Cuevas, pertenecientes al pueblo de la Nación Diaguita, reunidos en Asamblea, manifestamos nuestra más profunda solidaridad con la señorita Ingrid Figueroa Cruz, toda vez que hemos tomado conocimiento mediante los medios de prensa de la denuncia de abuso infantil, contra el cura Moisés Pachado , miembro de una familia cuyos atropellos e injusticias hemos venido sufriendo en nuestro persona misma los y las comuneros de la Puna desde que ellos llegaron a nuestros territorios
En este sentido, damos fe y testimonio que distintos miembros de la familia Pachado han sido culpables de la turbación, despojo y usurpaciones de nuestras tierras ancestrales, esclavización y explotación de nuestra fuerza de trabajo, extorsión, impedimento de la construcción de caminos, viviendas y trabas para la construcción de obras públicas de primera necesidad, sirviéndose de matones o guardias blancas, con destrucción e incendio de nuestros hogares, violación de nuestra correspondencia, enriquecimiento ilícito, desprecio a nuestros derechos individuales y comunitarios, incluso cuando muchos de los integrantes de la familia Pachado fingían ser empleados y directivos de distintas reparticiones públicas del Estado.”
Fuente Catamarcaya