sábado, 24 de abril de 2021

Homicidio de Calderón: “El crimen tuvo ribetes que rozan lo cinematográfico”

 FUNDAMENTOS DE LA SENTENCIA


Para el tribunal, Carrizo planificó el robo, sabiendo que la víctima tenía un interés sexual en él. Luego lo asesinó a golpes e intentó ocultar el crimen.

Ayer se dieron a conocer los fundamentos de la sentencia del juicio por el crimen del docente Héctor Calderón que se desarrolló en la ciudad de Belén y del que resultó Horacio Gabriel “Gabocha” Carrizo condenado a prisión perpetua.
Una de las cuestiones más sobresalientes de los fundamentos es que el tribunal considera que “el crimen tuvo ribetes que rozan lo cinematográfico”, el cual fue planeado y ejecutado por el ahora condenado. 


Otro detalle no menor sobre la psiquis del asesino, fue que los magistrados resaltaron en sus conclusiones una pericia psicológica de control de parte, la cual fue categórica al señalar que Carrizo “cuando el entorno le es adverso presenta conductas de hostilidad, se molesta a las exigencias externas (...). Su relato indica repulsión a la homosexualidad y se sintió abusado frente a los comportamientos de seducción desplegados por la víctima hacia y sobre su persona”. A

Ante esto uno de los magistrados, más precisamente Rodrigo Morabito, concluye: “Todo lo hasta aquí reseñado, que nos encontramos ante un crimen con ribetes que rozan lo cinematográfico, pues el joven Gabriel Horacio Carrizo ideó todo un plan para apoderarse ilegítimamente de elementos de valor y la víctima elegida fue Luis Héctor Calderón, alguien a quien podía seducir por su elección sexual y así ingresar a su hogar para apropiarse ilegítimamente de sus cosas bajo el engaño de intimar sexualmente con la víctima; la cual fue gravemente atacada hasta asesinarla cuando aquella fatídica madrugada del 17 de enero del año 2019 quiso obtener de Carrizo lo que éste último nunca tuvo en mente”.


Para el tribunal: “Gabriel Carrizo llegó al domicilio de Calderón el miércoles 16 de enero de 2019 por la noche tal como lo mencionó en su declaración (descartándose de plano los testimonios de su madre Stella Maris Ochoa y de la Sra. Roxana Beatriz Saracho, prima de Ochoa, que intentaron mejorar la situación del imputado ubicándolo en su hogar hasta horas de la madrugada) y como ya habían pactado con Calderón que iría ese día, éste último le permitió el ingreso a su hogar, simplemente porque tenía un interés o la ilusión de un posible encuentro sexual con el joven Carrizo”.


En este contexto agregaron: “A partir de allí comenzaron a beber y seguramente a fumar ya que se encontraron abundantes colillas de cigarrillos pertenecientes a dos marcas diferentes (ver placas fotográficas tomadas y agregadas a los  cuadernos de prueba). Mientras compartían y tomaban, Calderón le hizo conocer su casa, contándole sobre su vida y sacrificios y luego le cocinó. Sin dudas que para ese entonces había pasado un importante lapso de tiempo (madrugada del día 17 de enero) en el cual ambos ya habían ingerido suficiente bebidas alcohólicas (Carrizo dijo haber estado bastante punteado y que Calderón estaba muy machado) y ello llevó a que la víctima quisiera concretar el encuentro sexual que el joven le había dicho que tendrían, llevándolo a Calderón a ponerse cada vez más insistente, lo que enfureció al joven y lo llevó a la inmediata reacción de golpearlo en una forma tan salvaje que los golpes recibidos por la víctima debido a su contextura física pequeña y delgada le ocasionaron la muerte, no sin antes Carrizo apoderarse ilegítimamente de dinero en efectivo que Calderón tenía en una cartera de cuero color negro (placas fotográficas 254 a 260) y, de inmediato, arrastrar el cuerpo hasta la bañera y posteriormente quemar evidencia para salir del domicilio por la puerta principal cerrando con llave y llevándose consigo no solo las llaves que luego arrojó al techo de unas oficinas de Catastro, sino también, su mochila, un fernet y el dinero que posteriormente utilizó para comprar elementos de valor para él y su novia.


Por otro lado, en cuanto a la participación de los otros dos acusados, el tribunal considera que las pruebas y elementos en la causa no fueron suficientes para llegar a un estado de certeza. 


El juicio tuvo una gran aceptación por parte de la población belicha, ya que no es común que el Tribunal se traslade hacia el lugar donde ocurrió el crimen para realizar el juicio. El fallo fue aplaudido por un grupo de manifestantes que se agruparon a la salida del debate. 

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