martes, 10 de septiembre de 2019

Arranque a fondo - cara y cruz (El Ancasti)


CARA Y CRUZ


Entonado por las amplias distancias obtenidas en las primarias, el
oficialismo empezó el trabajo proselitista con una señal de que está
dispuesto a hacer todo lo necesario para reducir a sus contendientes
a la mínima expresión institucional. 
No fue casual la elección de los escenarios donde el intendente de la
Capital y candidato a gobernador, Raúl Jalil, reanudó las actividades
proselitistas el fin de semana: Belén y Andalgalá, municipios importantes
del oeste que están en poder del radicalismo, cuyo carácter emblemático
se acentúa por la identidad de sus titulares.
El belicho Daniel “Telchi” Ríos es uno de los jefes comunales con mayor protagonismo en la UCR, figura de peso por razones atendibles. Cumplió
la hazaña de recuperar en 2015 el distrito, que el peronismo había ganado
en 2011, año del desalojo del FCS, con Arnoldo “Nolo” Ávila como postulante
a la intendencia. 
Retorno con sabor a revancha. “Telchi” se había desempeñado como
 intendente durante dos períodos, entre 2003 y 2011, y sufrido inconvenientes judiciales por el manejo de las regalías durante sus gestiones. Repuesto en
el cargo, demostró ductilidad al sintonizar relaciones armoniosas con el
Gobierno provincial y el propio Jalil. 
En algún momento incluso circuló la versión de su incorporación al Frente para la Victoria, como candidato a un cargo provincial.
Luego intentó empinar una precandidatura gobernador por el radicalismo, que finalmente se frustró.
“Vaca que cambia querencia se atrasa en la aparición”, habrá pensado. Decidió
dar la pelea por otro mandato en su distrito y fue de los primeros en insinuar el
uso de la tijera para cortar de la boleta al presidente Mauricio Macri, mochila plúmbea, para mejorar las chances de preservar el poder territorial.
En Belén, Jalil empezó con una visita al paraje Talamayo acompañado por el candidato a intendente del peronismo, José Peñaloza. También fue de la partida
 el presidente provisorio del Senado, Jorge Solá Jais, quien va por su reelección contra el boinablanca Ernesto “Paco” Díaz. 
Hubo reuniones con la dirigencia y representantes de la sociedad civil, un toque
a otras localidades para entrevistarse con otros candidatos del departamento.
El peronismo belicho es particularmente conflictivo, así que la presencia del candidato a gobernador sirvió para limar asperezas que pudieran haber
quedado de las primarias, pero, sobre todo, para marcar distancias con el
radical Ríos, quien hace bandera con su buena relación con el capitalino.
El respaldo explícito a Peñaloza tiende a aventar dudas y galvanizar a la
tropa peronista.
El desembarco en Andalgalá también se inscribe en la estrategia de anonadar institucionalmente al radicalismo. Allí el intendente es nada menos que el
presidente del Comité Provincia de la UCR, Alejandro Páez, que no pudo ir
por la reelección por imperio de la Carta Orgánica, pero encabeza la lista de diputados provinciales de Juntos por el Cambio. 
Jalil se mostró con el candidato a intendente del Frente de Todos, Miguel Morales,
y juntó a los precandidatos derrotados en las primarias. Mensaje de unidad para
 el empellón final. 
Por el lado de Juntos por el Cambio, intentará retener la poltrona Eduardo
Córdoba, que le ganó las PASO al presidente del Concejo Deliberante, José
Luis Cativa,
y a la esposa de Páez, Ivana Flores.
Cubierto el flanco en los municipios que controla el peronismo, con Gustavo
Saadi como aspirante a sucederlo en la Capital, Jalil y su equipo enfatizarán la
tarea en los territorios radicales. La semana pasada estuvo coordinando
actividades en Recreo con el candidato Luis Polti, que enfrentará al intendente radical Roberto Herrera. 
Capítulo aparte para Valle Viejo, donde la meta es desbancar con Susana
Zenteno a Gustavo Roque “Gallo” Jalile, otro peso pesado. 
Si no despiertan de su letargo, a los radicales podrían no quedarles ni las migas.

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