lunes, 4 de febrero de 2019

Vecinos de Belén volvieron a marchar por Héctor Calderón, el docente asesinado

EL SÁBADO POR LA NOCHE


Vecinos de Belén volvieron a marchar  por Héctor Calderón, el docente asesinadoA su paso por las calles pidieron por justicia y, al mismo tiempo, exigieron mayor seguridad para la comunidad belicha.
La lluvia no detuvo a los vecinos de Belén. El sábado por la noche salieron a marchar para exigir justicia por el docente Luis Héctor Calderón, asesinado el pasado 18 de enero y, al mismo tiempo, para reclamar seguridad. Ésta fue la segunda marcha por el maestro.

La primera marcha fue el 21 de enero, con unas 100 personas. Nuevamente, se juntaron en la esquina de Roca y Sarmiento. La primera persona en tomar la palabra fue Fidel Sánchez, un sobrino. El joven expresó que en su memoria piden justicia. “Son días de tristeza, dolor e incertidumbre. Saber que el tío  Héctor no está es una idea que lastima y no nos entra en la cabeza. Lo más doloroso es la forma en la que tuvo que partir. Unos malvivientes le arrebataron la vida en su mejor momento. No lo merecía; nadie merece partir así. Él era una persona que desde su lugar le dio mucho a la sociedad”, dijo.

También agradeció a la comunidad por el respeto y por el acompañamiento en su lucha. A la vez, destacó el trabajo de la Fiscalía de la Tercera Circunscripción y del personal de la División de Criminalística de la Policía de la Provincia, “por la eficacia con la que trabajaron. Confiamos en que todo se siga desarrollando de manera normal, sin cosas extrañas en el medio. Que lo asesinos tengan lo que realmente se merecen. Según esta imputación, es prisión perpetua. Te prometemos que habrá justicia y tu muerte no va a ser en vano”, expresó.

A su turno, tuvo la palabra Rosa Bazán, colega del docente. Remarcó que Héctor Calderón fue asesinado el 16 de enero en su casa pero, “al día de hoy, sigue muriendo y siendo asesinado por la lengua de aquellos que intentan justificar el asesinato”. Manifestó que el maestro pertenecía a un grupo vulnerable. “Era gay pero nadie lo expresaba claramente. ¿Por qué Héctor se negaba a hablar o a mostrar claramente su sexualidad? Era respetado, director de una escuela, una buena persona y tenía amigos que jamás lo cuestionaron. Tal vez Héctor sabía de la ferocidad, crueldad y maldad a la que pueden llegar las habladurías y el ‘que dirán’ de este pueblo. Se dice que es un pueblo tranquilo pero ante circunstancias como ésta saca a relucir lo peor que tiene, los prejuicios”, remarcó.

Además, señaló que los grupos vulnerables “son víctimas del machismo y del patriarcado”. Para Rosa, siempre están propensos a ser agredidos, a ser tratados de menos, despreciados. “El tema del dinero es solo un detalle. Nada justifica un crimen como éste. Quienes exigen que la víctima sea perfecta e intachable solo preparan el terreno para que los próximos crímenes queden impunes”, advirtió.

Al cierre, Pablo Ortiz Díaz, amigo de la víctima, consideró que “nadie merece morir por su condición sexual y su ideología política.
Nadie quiere morir en manos de delincuentes”. Al mismo tiempo, cuestionó a las autoridades. “Si las autoridades no pueden, desde su rol y su cargo, con los delincuentes, que se hagan a un lado y den lugar a alguien que sí pueda. Queremos vivir en paz y seguros. Estas marchas van a seguir para que nunca más nadie nos quite la vida. Exigimos perpetua para los asesinos de Héctor y sus cómplices. A las autoridades les seguiremos exigiendo. Las marchas seguirán en pie; seguirán vivas como la memoria de todos los que mueren en manos de delincuentes”, adelantó. 

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