La denuncia fue realizada ayer a la mañana por dos vecinos de la localidad de Laguna Blanca, en el departamento Belén. Desde la Jefatura de Policía, viajó una comisión para interiorizarse del tema.
Una grave denuncia se presentó ayer en contra de la policía de la comisaría departamental de Belén.
La presentación la realizaron dos hombres mayores de edad, de apellido Gutiérrez, quienes manifestaron, en diálogo con LA UNION, haber sido “secuestrados y sometidos a graves vejaciones”, por parte de efectivos de la Policía de la Provincia, quienes bajo engaños, los llevaron a la hostería de dicha localidad.
“El viernes a la tarde, ingresaron a la casa de mi mamá, porque decían que yo había robado en la hostería de Laguna Blanca”. Del lugar, desconocidos habían sustraído, en horas de la madrugada, la suma de veinte mil pesos.
“Entraron sin orden del juez y rompieron todo. Entonces, mi tía me avisó, porque yo estaba en la casa de mi abuela y me fueron a buscar ahí. Cuando llegaron, como a las 17:30, me dijeron que los acompañara a la hostería, que querían hablar conmigo. Fui porque no tenía nada que esconder y me encerraron en una habitación. Me tuvieron ahí hasta el día sábado”, relató Gutiérrez, al salir de la fiscalía de Belén, donde realizó la denuncia formal por privación ilegítima de la libertad, apremios ilegales y vejaciones.
“Los policías comenzaron a golpearme, a decirme que yo había robado el dinero de la hostería, que les dijera con quién más había robado. Les decía que no, que yo no había robado nada, que había estado con mi cuñado tomando. Pero no me creyeron y me pegaban, me hacían arrodillar en el suelo y me golpeaban. Después un policía-al que dijo, puede identificar- me roció con un líquido y me agredía con una percha de madera”, continuó relatando la víctima.
A lo que agregó: “luego lo hicieron entrar a mi cuñado y él les dijo que había estado conmigo tomando, pero no nos creían y nos golpeaban, nos sometían a vejaciones que no puedo contar. En un momento lloré y les decía que me dejaran poque yo no había hecho nada pero no me creyeron. En la hostería, me tuvieron detenido hasta el sábado, que me llevaron a la comisaría y después me dejaron ir porque no tenía nada que ver. Ahora, vengo a denunciar lo que me hicieron para que no vuelva a pasarle a nadie. Es cierto que robaron la plata de la hostería pero ni yo ni mi cuñado tenemos nada que ver con eso”, concluyó Gutiérrez, mientras enseñaba las secuelas que le dejaron principalmente en el rostro, los apremios a los que fue sometido por la fuerza de seguridad.
En relación a esta grave acusación, ayer se supo de fuentes policiales, que la subjefa de la polcía junto a otros efectivos policiales, habrían viajado desde esta ciudad Capital al departamento Belén para interiorizarse de la situación y tomar medidas en relación a las graves acusaciones que causaron gran malestar en la comunidad.
En cuanto al robo de la hostería, cabe recordar que el ilícito fue descubierto el último viernes, cuando al llegar a la hostería, advirtieron que el dinero que había quedado guardado en una de las oficinas ya no estaba. Para apoderarse del mismo el o los delincuentes rompieron una ventana.
Al arribar la policía encontró que en la ventana destruida había restos de sangre, por lo que presumían que el o los delincuentes se habrían lesionado al ingresar o salir del lugar.
Si bien se llevaron a cabo varios procedimientos, hasta el momento, el ilícito sigue sin ser descubierto y no hay personas privadas de la libertad por el hecho. En el caso, interviene el fiscal de la tercera circunscripción judicial, Jorge Flores.
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