2 fotosAyer a la mañana, finalmente comenzó el juicio en el que el intendente de Puerta de Corral Quemado, Enrique Aybar, responde por el delito de “abuso sexual simple agravado”. En la primera jornada, tanto el imputado como la presunta víctima prestaron su declaración, pero Aybar lo hizo sin admitir preguntas de las partes. La madre de la presunta víctima reveló, en su momento de declarar, que el intendente “me dijo que lo había tentado el diablo y me ofreció $50.000 para que no haga la denuncia”, implicando que el propio imputado le había reconocido los hechos.El debate se desarrolló mediante videoconferencia y en la sala de Audiencias de la Cámara Penal Nº3, estuvieron presentes la denunciante junto a la querella que la representa, el juez y personal judicial, mientras que desde el Juzgado de Control de Garantías de Belén hizo lo propio el imputado junto a su abogado defensor, Daniel Ortega.Aybar declaró pero no se refirió al delito que se le endilga o explicó qué estaba haciendo al momento de los hechos, ofreciendo, por ejemplo, una coartada, sino que se limitó a manifestar que es inocente y que la denuncia formaba parte de un entramado político contra su persona, que se pergeñó para mancharlo.La presunta víctima, mientras tanto, acompañada por una psicóloga de la Oficina de asistencia a la Víctima del Delito -para su asistencia psicoemocional- relató los sucesos que denunció en su momento, brindando detalles de lo sucedido en cuanto al momento y modo del hecho, coincidiendo con la ampliación de su declaración. Además, la joven dejó en evidencia con su relato, que fue víctima de torturas durante el abuso sexual, que fueron de lo físico a lo psicológico, ya que el hombre, mientras abusaba de ella y la obligaba a ver películas porno, la golpeaba con un cinto y le aseguraba que si llegaba a hablar de lo sucedido, mandaría a matar a su madre y su padre.La joven manifestó que notó cómo Aybar gozaba con su sufrimiento, entre otros detalles.A su vez, declaró la médica que asistió a la denunciante, quien expresó que la chica era virgen al momento de la revisión, pero que no podía descartar la existencia de manoseos. Desde Belén, a su vez, hablaron los padres de la joven, quienes contaron cómo tras la denuncia, el hombre perdió su fuente laboral, ya que trabajaba para el Municipio a cargo de Aybar.La progenitora recordó, a su vez, que la misma noche de los hechos y cuando su hija le relató lo sucedido, confrontó al jefe comunal y éste le contestó que “había sido tentado por el diablo y luego me ofreció $50.000 para que no haga la denuncia”.La mujer remarcó que no podía creer que una persona de confianza de la familia como Aybar había sido capaz de hacer algo así. “Le arruinó la vida a mi hija y a toda la familia”.Por último, se escuchó el testimonio de la recepcionista del hotel donde se hospedaban madre e hija, quien contó cómo vio partir al intendente con la menor de 15 años cerca de las 9 de la noche.Hoy a las 8 de la mañana se reanuda el debate.Querella El juicio comenzó con un pedido muy claro por parte de la defensa: que sean apartados los dos abogados que representaban a la víctima, Bruno Jerez y Sebastián Ibáñez. El fiscal y el juez decidieron hacer lugar a este pedido en el caso de Jerez, no así con Ibáñez, por considerar los fundamentos del pedido no pertinentes.La defensa argumentó que Jerez oportunamente había efectuado un informe como informante psicológico para la presunta víctima y al ser plausible que sea llamado como testigo calificado, el juez Jorge Palacios decidió apartarlo. En el caso de Ibáñez, al basarse esta solicitud en una reciente imputación que se impuso sobre el letrado por un hecho ocurrido en 2017 y al no haber una investigación iniciada al respecto, el magistrado rechazó el pedido.“La única estrategia de la defensa es dejar a la víctima sin abogados”, manifestó Ibáñez al término del debate.
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