EN LA FISCALÍA DE BELÉN
El relato de la joven que lo acusa trascendió la semana pasada en Facebook y ahora será investigado.
Ayer se radicó formalmente la denuncia penal que acusa al sacerdote Moisés Pachado de abusar sexualmente de una niña de 9 años en la iglesia que estaba a su cargo en Hualfín, localidad de Belén. Los abogados que se presentaron como querellantes en esta causa, Silvia Barrientos y Pablo Vera Aráoz, anticiparon que hay más denuncias similares en contra del religioso.
Ayer a la mañana, la abogada acompañó a la joven a efectuar la exposición de manera formal en la fiscalía de Tercera Circunscripción Judicial con asiento en Belén, la que fue recibida.
Asimismo, se indicó que los querellantes solicitaron que las pericias requeridas en estos casos -protocolo de abuso, pericias psiquiátricas y psicológicas-, se lleven a cabo por el Centro Interdisciplinario Forense (CIF) de la ciudad Capital. “Desconfiamos de la objetividad de los forenses de Belén”, remarcó Vera Aráoz.
Cabe destacar que el crudo relato de la denunciante transcendió la semana pasada en las redes sociales como parte del “Efecto Thelma”, que en Catamarca se vive con miles de denuncias públicas y escraches.
“Un domingo después de misa, él me pidió que me quedara a ayudarle a acomodar todo en la sacristía. Acepté y en eso vino por detrás y me besó. Después me llevó a su dormitorio, me obligó a practicarle sexo oral, me bajó el pantalón y tocó mis partes íntimas. Yo le pedía que no lo hiciera mientras lloraba”, contó la joven en relación con los sucesos que, asegura, ocurrieron en 1997 cuando era una niña.
Luego de hacerse pública la dura acusación, el religioso salió a desmentir esta versión e instó a la denunciante a que presente pruebas.
Asimismo, se indicó que los querellantes solicitaron que las pericias requeridas en estos casos -protocolo de abuso, pericias psiquiátricas y psicológicas-, se lleven a cabo por el Centro Interdisciplinario Forense (CIF) de la ciudad Capital. “Desconfiamos de la objetividad de los forenses de Belén”, remarcó Vera Aráoz.
Cabe destacar que el crudo relato de la denunciante transcendió la semana pasada en las redes sociales como parte del “Efecto Thelma”, que en Catamarca se vive con miles de denuncias públicas y escraches.
“Un domingo después de misa, él me pidió que me quedara a ayudarle a acomodar todo en la sacristía. Acepté y en eso vino por detrás y me besó. Después me llevó a su dormitorio, me obligó a practicarle sexo oral, me bajó el pantalón y tocó mis partes íntimas. Yo le pedía que no lo hiciera mientras lloraba”, contó la joven en relación con los sucesos que, asegura, ocurrieron en 1997 cuando era una niña.
Luego de hacerse pública la dura acusación, el religioso salió a desmentir esta versión e instó a la denunciante a que presente pruebas.
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