Vecinos de Belén, docentes, familiares, trabajadores y ex trabajadores de la actividad minera conformaron un nutrido grupo de alrededor de 600 personas que desde las primeras horas de la mañana se apostaron en la ruta nacional 40 -al ingreso a Belén- y produjeron el corte total de la arteria nacional. Era una situación de extrema tensión, porque estababan a sólo 2 kilómetros de distancia del piquete antiminero y dispuestos a marchar.Cuando ya se había cumplido el plazo comprometido para la liberación, el grupo comenzó a aplaudir y a reclamar acciones a viva voz ante la advertencia de que avanzarían contra el grupo antiminero. "Despejen, si no avanzamos", advirtieron.
Los ánimos se calmaron cuando vieron los vehículos policiales que salían desde Belén y que se dirigían hasta el bloqueo para darle fin al conflicto. Sin mayor resistencia, el grupo despejó la ruta para no obstaculizar el paso. Enterados del despeje de la ruta finalizaron con la protesta. "Nosotros íbamos a avanzar. Comemos gracias a la minería. Hace 16 años que yo trabajo ahí y miren, estoy sana y toda mi familia vive de la minería. Con esto hice estudiar a mis hijos. Esto se tiene que terminar, aparte la gente que está en los cortes no es de aquí, no conocen nada de la vida de Belén", comentó Yolanda, una de las movilizadas.
"Nuestras familias viven de esto. Estoy feliz, contenta, celebro la liberación de la ruta. Ahora vamos a hacia la plaza principal para apoyar a la policía porque nos ayudó. Todos mis hijos se criaron gracias a la minera, el pueblo de Belén está hoy agradecido. Era hora de que alguien actúe, esto no daba para más", dijo Teresita Palavecino a El Ancasti.
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