Ayer se conoció que el expediente, que se tramita en la Fiscalía de Belén por el homicidio del maestro Luis Calderón, regresó nuevamente a la Cámara de Apelaciones Penal Juvenil de esta ciudad Capital.
Según se conoció, el letrado planteó el recurso de apelación en contra denominado auto interlocutorio, dictado por el Juzgado de Control de Garantías, Laboral y de Minas, a cargo del juez Oreste Miguel Piovano, quien no hizo lugar al incidente de nulidad planteado por el mismo defensor en relación a los allanamientos en la causa y a las medidas de coerción personal que él mismo estima de nulidad absoluta.
Asimismo, se plantearon otras nulidades y graves irregularidades que, a criterio del defensor, hacen inadmisiblemente nulo el arresto de Carrizo en averiguación del hecho y el de la menor: registro domiciliario, decreto de determinación del hecho y la declaración testimonial de la imputada adolescente.
A tales planteos de la defensa por auto interlocutorio, el juez de Belén, Oreste Piovane, no hizo lugar a la nulidad, lo que motivó el respectivo planteo de apelación el que deberá ser resuelto previa audiencia por la Cámara de Apelaciones Penal Juvenil, la que estará integrada por el juez de Cámara Penal Juvenil, Fabricio Gershani Quesada, Juan Pablo Morales y Raúl Da Pra; en virtud de la aplicación del principio del fuero de atracción.
El crimen
A mediados de enero pasado, el docente belicho fue brutalmente asesinado en su casa de la ciudad de Belén. El cuerpo apareció golpeado en el baño de su chalet de tres pisos. Se indicó que la causa de muerte fue por “politraumatismo”. Faltaba dinero y su teléfono celular apareció quemado en una estufa. Los investigadores reconstruyeron que “Gabocha” Carrizo y su novia habrían participado del horrendo homicidio. De las investigaciones surgió el nombre de Horacio Gabriel “Gabocha” Carrizo, de 20 años, y de su novia. De acuerdo con las primeras pistas y allanamientos, “Gabocha” y su novia habrían realizado compras, sin poder justificar de dónde habían sacado el dinero. Habían comprado prendas de vestir y peluches, entre otras cosas. En la casa del joven, también habían encontrado parte del dinero que habrían robado.
Para los investigadores, “Gabocha” y su novia habían planeado el golpe: a sabiendas de que el maestro recibía a los jóvenes y que le podría abrir la puerta a “Gabocha”, quien sustrajo el dinero.
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