La designación de un juez de Paz en Hualfín, departamento Belén, generó varios cruces por la forma con la cual se habría dado la situación y que, inclusive, existen cuestionamientos porque habría alguna utilización política.
Resulta que a fines del año pasado, la Corte de Justicia de Catamarca designó como juez de Paz subrogante a Fabricio Lezana, hijo del exjuez Roberto Lezana; quedando el subrogante a cargo del juzgado.
En junio de este año, se fijó audiencia para que jure como nuevo juez de Paz, Carlos Darío Leguizamón.
Ante esto, Roberto Lezana, en diálogo con diario El Esquiú.com, manifestó que su hijo, Fabricio Lezana, como primer vecino “tenía posibilidad de quedar, por su trabajo, por cómo estaba calificado y porque estaban todos conformes”, para luego señalar que “de golpe sale uno, parece que el intendente –por Marcelo Villagrán- estuvo haciendo sus maniobras”.
Asimismo, Lezana explicó que al momento de empezar los trámites para jubilarse le pidieron si podía designar a alguien y al que pueda asesorar “por lo que propongo a mi hijo” y luego de seis meses “la gente de la jurisdicción quería que siga él”.
Al ser consultado si el alejamiento de su hijo era por una cuestión política, el exjuez dijo que “parece que son motivos políticos”, para luego mencionar que “Carlos Leguizamón –a quien designaron como juez- es nulo, ni sabe en qué se ha metido”.
Cabe mencionar que los instrumentos de designación del juez subrogante, primero, y del que quedó en definitiva, según lo que se pudo saber, fueron firmados por las máximas autoridades del Poder Judicial de Catamarca.
En cuanto a la jurisdicción que comprende la actuación del juez de Paz, es en las localidades belichas de San Fernando, Puerta de Corral Quemado, Corral Quemado y Villa Vil.
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